La situación es la siguiente: estás con un grupo de amigos tomando algo, disfrutando de una salida. Pero de pronto, llega el momento menos esperado de la noche: tienes ganas de ir al baño.
El problema mayor (particularmente para las mujeres) es el de saber qué tan fácil será orinar sin hacer contacto físico con la tapa del inodoro. Es una habilidad que se transmite y perfecciona de generación en generación, pero sigue resultando incómoda.
Pero la ciencia ha llegado para darnos una mano. Es que según expertos, en realidad, las posibilidades de contraer enfermedades por sentarse en un baño público son bastante pocas.
La mala noticia es que hay muchísimas otras maneras de contraer gérmenes en un baño público. Así es como debes actuar en el baño del bar para evitar enfermedades (y orinar cómodamente).
Sentarse, el riesgo menor
Es cierto que el baño público es un caldo de cultivo para gérmenes de todo tipo, pero según explican científicos de diferentes universidades, apoyarse en la tabla del inodoro no contrae riesgos alarmantes.
De hecho, un estudio de la Universidad de Barcelona demostró que hay más bacterias en nuestro teléfono celular que en la tabla del inodoro. Incluso la bacha del baño tiene más gérmenes que la tabla.
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De todos modos, esto no quiere decir que la tabla del baño no tenga agentes infecciosos. La cuestión es que la piel es una barrera efectiva contra los gérmenes, por eso sentarse no es un problema.
“Si la barrera de la piel está intacta y no se tiene ninguna enfermedad que altera la superficie cutánea, que ya de por sí es muy impermeable, no tiene porqué ocurrir nada”, explica Ana María Molina Pérez, del servicio de Dermatología de la Fundación Jiménez Díaz. Si hay algún problema cutáneo, sí habría que tener un poco más de cuidado.
El mito de las Enfermedades de Transmisión Sexual
Una idea que suele atravesar la cabeza de la gente es que por sentarse en el baño público se puede contraer una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS). Pero según Abigail Salyers, presidenta de la Asociación Americana de Microbiología “nadie nunca contrajo una ETS por sentarse en el inodoro”.
Es que es prácticamente imposible que se den todos los factores juntos para que eso ocurra. De por sí, es raro que una ETS se contagie a través de un objeto.
Pero si ese objeto es la tabla del inodoro, es aún más difícil. Se necesitaría un contacto demasiado largo de la tabla por ambas partes, y que el enfermo tuviera la enfermedad activa en ese momento. Es prácticamente imposible.
El verdadero problema: las manos
Como decíamos, no es peligroso sentarse en la tabla, pero eso no nos tiene a salvo de contraer una enfermedad en un baño. ¿Cuál es el problema entonces? Las manos.
Con las manos preparamos y tocamos la comida, y nos frotamos unas 100 veces al día los ojos, entre otras cosas. Por eso, la posibilidades de que nos autoinoculemos un virus por no lavarnos las manos son mucho más altas que por sentarnos.
Lo principal es lavarse las manos correctamente después de ir al baño. Es tan importante que hacerlo solo con agua reduce la transmisión de bacterias a otros objetos que toquemos en un 23%, según investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
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Así que recuerda: lo más importante es tu propia higiene personal y lavarte conscientemente las manos. Ahora puedes ir al baño con más tranquilidad.