Reconozcámoslo. Ni el día tiene 48 horas; ni somos máquinas que pueden permanecer constantemente en proceso (¡hasta ellas se agotan!). Es normal que sintamos cansancio o que, en ciertos momentos, percibamos que estemos más bajos de energía.
A veces estamos en medio de tantas cosas que sentimos que "no podemos detenernos", y entonces cometemos un grave error: nos desoímos o, mejor dicho, hacemos oídos sordos a lo que nuestro cuerpo y mente nos informan.
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Es mejor darle lugar a ese cansancio porque no es que desaparece si lo ignoramos. En algún momento toma lugar, y eso quizás te hace sentir exhausto, o hace que "explotes" sin motivo aparente.
Por eso, no acumules cansancio. Presta atención a estas señales de alarma que podrían advertirte que estás exhausto, y tómate un respiro si lo necesitas. Nada ni nadie se morirá porque duermas bien. Lo mereces.
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No hay nada que te venga bien
Cuando estás exhausto es probable que nada te divierta ni venga bien. Lo único que quieres es desconectarte de todo y descansar. Pues hazte caso porque si no, nada bueno saldrá de la energía que estás poniéndole a las cosas.
Tienes problemas para dormir
Por más contradictorio que parezca, si estás exhausto mentalmente puede que dormir no sea tan reparador. Porque estás estresado o ansioso y necesitas aquietar tus pensamientos. Practicar ejercicios de relajación o meditación podrían ayudarte. Pero si sientes que necesitas algo más radical, tómate uno o dos días alejado del celular, y descansa.
Sientes que te has vuelto "inmune"
Hay casos en que, si te pasas de cansancio experimentas una especie de sensación de inmunidad, como si las cosas te dieran lo mismo. No sientes nada, solo haces lo que estás acostumbrado a hacer. Te levantas como por inercia, desayunas sin hambre y sales caminando sin pensar en nada a tu alrededor. Esto no está muy bien. Tómate el tiempo para reconectar contigo mismo.
Lloras
Si estás sobrepasado y exhausto es posible que llores con más frecuencia y, de hecho, sin ningún motivo aparente. Porque tu cuerpo necesita descargar y relajarse. No llegues a este punto; date antes el respiro que mereces.
Fuentes: