Una de cada diez mujeres en edad reproductiva sufre endometriosis. Causa dolores y, con el tiempo, puede generar tumores o dificultad para quedar embarazada.
Sin embargo, durante años no fue suficientemente investigada y aun hoy se encuentra poco difundida, por lo que hay mujeres que pasan 10 ó 20 años sin un diagnóstico correcto.
La endometriosis es una enfermedad del endometrio, que es el tejido que recubre por dentro el útero, preparándolo para un embarazo, y que se descama y desprende en cada menstruación.
En la endometriosis, este tejido no llega a eliminarse correctamente durante las menstruaciones, y aparece fuera del útero, en órganos como los ovarios, los genitales o los intestinos, y crece como un tumor que, si bien no es maligno ni canceroso, causa muchas molestias.
Esta enfermedad causa dolores menstruales excesivamente fuertes, dolor durante las relaciones sexuales e infertilidad. Además, vuelve a las mujeres más propensas al cáncer de ovarios.
¿Cuáles son sus síntomas?
- Dolor menstrual.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Sangrados fuera del período.
- Problemas para quedar embarazadas, ya que produce inflamación en el abdomen, obstrucciones en las trompas de falopio, interrupciones de la ovulación y secreción de sustancias no habituales.
Si tienes estos síntomas y no cuentas con un diagnóstico, es recomendable consultar a tu ginecólogo para comprobar si padeces esta enfermedad, ya que muchas veces las mujeres pensamos que los dolores muy fuertes durante la menstruación o la dificultad para quedar embarazadas son normales, y pueden deberse a esta patología.
Según la Asociación de Afectadas de Endometriosis, ADAEC, es posible tratar naturalmente la endometriosis o mejorar sus síntomas con algunos cambios en la dieta:
- Una alimentación equilibrada ayuda a disminuir los síntomas de la endometriosis, como de las enfermedades en general.
- Es recomendable beber mucha agua y evitar las bebidas con alcohol y azúcar.
- Es importante consumir suficientes sales minerales como sodio, fósforo, potasio, cancio, zinc, hierro y magnesio.
- Consumir mucha fibra (un 20% de los alimentos diarios), que reduce los estrógenos circulantes.
- Consumir cada día una ración de verduras y hortalizas ,y dos piezas de fruta.
- Aumentar la ingesta de vitaminas B y C.
- Más del 50% de la dieta debe estar compuesta por carbohidratos complejos (arroz, pastas, patatas y legumbres) y solo un 10%, por azúcares simples.
- Consumir ácidos grasos y omega 3 que promueven la producción de un tipo determinado de prostaglandinas.
- Consumir lácteos solo de forma limitada, ya que producen un tipo de prostaglandinas que está implicado en procesos inflamatorios.
- Se recomienda el consumo de frutos secos.
- Las grasas no tienen que superar el 25% de la dieta y el 70% no deben ser saturadas.
Tratamiento con aceite de onagra
Un tratamiento alternativo que se ha utilizado con éxito sobre todo en casos leves es el aceite de onagra. Este aceite es muy rico en ácido linoleico o gamma linoleico, ácidos grasos esenciales que estimulan la prostaglandina PG1 que a su vez ayuda al sistema inmunológico, impide la formación de sustancias inflamatorias e inhibe la formación de coágulos o trombos.
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