El virus del papiloma humano (VPH o HPV) es una familia de virus de la que probablemente has escuchado antes, ya que afecta muy frecuentemente a los seres humanos, tanto a hombres como mujeres. Del VPH existen alrededor de 100 tipos, de los cuales 40 afectan la zona genital, aunque también la zona anal, y se divide en 2 grupos:

  • Los VPH que son denominados de “bajo riesgo oncogénico” que normalmente están vinculadas a lesiones benignas, como las verrugas y las lesiones de bajo grado.
  • Los VPH de “alto riesgo oncogénico” son aproximadamente 15 tipos, y los más comunes son el 16 y el 18. Este tipo de VPH también puede producir verrugas, pero se asocian más que todo a las lesiones precancerosas, esas que luego y peligrosamente pueden evolucionar a un cáncer.

VPH

El cáncer que más produce el VPH, por desgracia se da más frecuentemente en la mujer, siendo los más comunes el cáncer de cuello del útero. Los demás tipos de cáncer relacionados con el VPH como el de pene o ano son muy poco frecuentes.

El VPH es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), por lo que se contagia a través de contacto íntimo. Lo más peligroso es que su transmisión es muy fácil, además de ser tan común. Se estima que al menos 4 de cada 5 personas, o sea el 80% de la población mundial, contraerá algún tipo de VPH el algún momento de su vida.

Aunque algunas personas nunca llegan a presentar síntomas de la enfermedad, las manifestaciones de los VPH de bajo riesgo oncogénico pueden llegar a producir verrugas en los genitales o ano. Esto es, protuberancias o abultamientos de la piel, mientras que los VPH de alto riesgo llegan a producir lesiones de cuello uterino.

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VPH

  • Adquirir VPH no significa que automáticamente se vaya a generar una lesión, solamente el 5% de las infecciones por VPH persisten sin degradarse por sí solas. A pesar de que las manifestaciones o síntomas de la enfermedad pueden curarse por sí solas, por desgracia no existe ningún tratamiento que cure el virus por completo, solo las manifestaciones externas como las verrugas o lesiones que llegan a desaparecer.

Una de las características de esta enfermedad, que la vuelve complicada, es que no es fácil de prevenir, ya que el condón no es suficiente para ella, puesto que puede contagiarse por contacto, aunque no haya penetración o eyaculación.

Para detectar esta enfermedad existe un método llamado Papanicolau o Pap, una prueba sencilla que dura unos minutos y no causa dolor. En las mujeres es importante realizarse estas pruebas de vez en cuando si son mayores de 25 años. También existen vacunas, hace no demasiados años.

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VPH

Como siempre, para apoyar la prevención de las ETS es importante ser responsables y mantener siempre sexo seguro. Aunque el condón no proteja de esta enfermedad, es importante que uses preservativo porque es el único método para prevenir el virus del HIV.

También deberías estar al tanto del historial de la persona con quién mantienes relaciones sexuales. Es una discusión incómoda, pero es necesaria para estar seguro y confiado de tu estado de salud.