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Cuando una persona asiste a un psicólogo, el objetivo es recibir un tratamiento que suele ser arduo. Suponiendo que la idea es abrir las emociones hacia otra persona, que en un inicio es desconocida. Ahora bien, la psicoterapia existencial se crea a partir de una base que es humanista. Siendo sensible a esa inseguridad y busca la manera de que el paciente esté más cómodo. Debido a esto, hablaremos de qué se trata la psicoterapia existencial y su filosofía.
¿De qué se trata la psicoterapia existencial?
Los fundamentos de la psicoterapia existencial se concentran en una corriente homónima que forma parte de la filosofía. Donde la preocupación esencial está orientada en la forma en la cual toda persona construye su manera de estar y de ser en el mundo. Søren Aabye Kierkegaard ha sido considerado el fundador de esta técnica para comprender el sufrimiento.
A pesar de esto, las raíces de la teoría de esta terapia están basadas en los aportes de otros pensadores como Jean-Paul Sartre, Karl Jaspers, Simone de Beavour y Edmund Husserl. Si bien la psicología que se usa de manera convencional, se dedica a la comprensión del pensamiento, en la conducta y en ocasiones específicas en las dimensiones psicopatológicas. Una rama como la psicología existencial se concentra en el sentido que la ofrece la existencia para casa persona.
Quiere decir que la psicoterapia existencial, busca realizar un profundo análisis de las más grandes preguntas, como la libertad, el significado, la culpa, la muerte y el tiempo.
Esta es una disciplina que fue fundada por psiquiatras mayormente decepcionados por el uso de los modelos tradicionales. Algunos de los ejemplos más claros fueron Ludwig Binswanger y Medard Boss. Quieres hicieron búsquedas dentro de las corrientes constructivistas, con el objetivo de expresar la manera en la que podrían comprender su trabajo.
Así era posible trascender más lejos de las cosas negativas y del dolor, para dirigirse a la identificación de todos los aspectos positivos y del potencial. Los cuales son elementos importantes para contribuir al desarrollo de una vida feliz.
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Naturaleza del ser humano
Partiendo de un punto de vista existencialista toda persona es como un proyecto que está en construcción, y por eso jamás podrá ser entendida por completo. También podría ser una realidad flexible y al mismo tiempo abierta hacia la experiencia. Que aloja en sí misma todo el potencial de querer vivir y de sentir una infinita gama de ideas y emociones.
Tampoco se refiere a una persona aislada, sino que su sentido nace conforme se adentra en un mundo de relaciones sociales, donde es capaz de crear su propia subjetividad. El existencialismo no se encuentra orientado hacia el ser humano como una realidad biopsicosocial. Es más una forma de contemplar las intersecciones entre diversas dimensiones.
Unwelt, que incluye al cuerpo y sus necesidades básicas. Mitwelt, que se basa en las conexiones que se establecen con los demás dentro de la sociedad y la cultura. Eigenwelt, que es la identidad de sí mismo dentro de la relación que se conforma como el mismo self, al igual que con los efectos o los pensamientos que le otorgan su forma. Überwelt, que son las creencias trascendentales y espirituales acerca de la vida y el propósito que tiene.
Todas estas dimensiones representan la base en la cual se lleva a cabo la exploración del paciente en la terapia existencial. De tal manera que el profesional velará porque se establezca un equilibrio entre cada una de ellas. Si llega a existir una perturbación en alguna de estas dimensiones o también en varias, se tomará como fines terapéuticos. Estando en un programa de psicología existencial que se puede extender el tiempo que la persona desea o requiera.
Enfermedad y salud
Dentro de la psicología existencial y desde un punto de vista existencialista, se percibe a la enfermedad y a la salud, como los extremos de una línea continua en la que una persona se podría ubicar. Siguiendo la manera específica en la que se relaciona con los demás y consigo misma. Otro de los criterios de gran importancia se basa en la adherencia hacia los mismos principios y valores como una guía para la vida.
Quiere decir que no es una visión conservadora, es más una manera de huir de la supervivencia y de buscar una existencia por la cual es posible encontrar un último significado. Se podría comprender a la salud como el resultado de estar viviendo una vida que sea única. Que es guiada por la genuina voluntad y al mismo tiempo abierta, tanto a los aspectos positivos como a los negativos.
Ahora bien, la enfermedad se basa en todo lo que se opone a la salud. En este caso se llevaría una vida que carece de autenticidad, donde el resto de las personas son quienes deciden el sendero a seguir.
¿Cómo interviene la psicología existencial en las personas?
Los siguientes puntos indican los objetivos y las fases a tratar en la psicología existencial. Por último mencionaremos algunas de las técnicas más utilizadas, siendo posturas filosóficas acerca de la vida.
Objetivos
Son tres objetivos que se encarga de perseguir la psicoterapia existencial. Restablecer el estado de confianza en las personas que la han perdido. Expandir la forma en la que dichas personas perciben su misma vida o también el mundo que las rodea. Determinar un objetivo que para la persona sea significativo.
En otras palabras, la idea es buscar una posición en la vida y también una dirección que se deba asumir. Por lo tanto, sería determinar todas aquellas cosas que hacen a una persona auténtica.
Etapas
El proceso que implica llevar a cabo una psicoterapia existencial consta de tres fases igualmente. Establecer un contacto inicial, la fase en la que se realiza el trabajo y la parte de finalización.
La fase de contacto inicial en la psicoterapia existencial, es donde el paciente establece un lazo terapéutico en el que se va a continuar dicha intervención. Una alianza como esta se basa en escuchar activamente y aceptar las experiencias ajenas. Pero también incluye un consenso, en el que se establece una forma de evolucionar en cada sesión. Generalmente se asume que esta respuesta se encuentra en el paciente.
Se comienza a profundizar en la historia del paciente cuando se inicia la fase de trabajo en la psicoterapia existencial. Centrándose en todas las preocupaciones y las atenazas de la persona que recibe el tratamiento. A partir de allí, se realiza una exploración que comprende las cuatro esferas de la perspectiva humana, que definen lo complejo que es la realidad.
Es en ese instante donde sé establecen los principales objetivos como un modelo. Que son la detección de todos los puntos fuertes y los débiles, definir los valores, examinar los vínculos emocionales con las personas importantes, reforzar la autonomía y construir un proyecto de vida.
Ahora bien, la parte final en un tratamiento por psicoterapia existencial determina las tareas que el paciente debe seguir en su propia vida. Donde todo lo que se aprende debe tener un inicio y también una conclusión.
Técnicas usadas en la psicoterapia existencial
Una de las principales técnicas de la psicoterapia existencial es la llamada epoché. Este es uno de los conceptos que proviene de la filosofía existencial y donde se encuentra resumido uno de los fundamentos más importantes de la terapia: Acercarse a los momentos de la vida como si estos fuesen algo nuevo. Mientras se asume una actitud de aprendizaje, donde la persona se maravilla ante el suceso del presente.
Descripción es la segunda de las técnicas más usadas en la psicoterapia existencial. Aunque para este caso se realiza un análisis exploratorio, permitiendo obtener un conocimiento acerca de las cosas sin necesidad de categorizarlas. El objetivo de esto es establecer una curiosidad en sí mismo, al igual que en las relaciones sociales. Ya que ambas conforman la esencia de lo que verdaderamente es tener una perspectiva existencialista.
La tercera de las técnicas usadas en la psicoterapia existencial es la horizontalización, mediante la cual se pretende evitar la jerarquía de poder donde se mostraba un psiquiatra convencional. Y en la que en un momento de la historia se creó la propuesta de la intervención.
Las relaciones en las que estas técnicas se basan, permiten que el paciente se identifique con la figura clínica y el rol que desempeña. Ofreciendo ánimos para expresar su propia verdad, siguiendo un concepto de terapia que se alega deliberadamente de la crítica y de los enjuiciamientos.
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