En el primer semestre de este año creció un 110% la cantidad de fajas de clausura colocadas en diferentes actividades comerciales por infracciones ambientales en la Ciudad de Buenos Aires.
El Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, a través del cuerpo de Control de su Agencia de Protección Ambiental, inspeccionó 30.908 actividades comerciales, que pueden ser comercios, industrias, o vehículos de gran porte. La cifra representa un aumento de casi el 15% con respecto al mismo período del año pasado.
Durante esas visitas, los inspectores detectaron 5.894 infracciones: un 32.6% más que las 4445 que las registradas durante el mismo periodo del año pasado. En 218 casos se optó por colocar faja de clausura, un 110% más que las 104 del primer semestre del 2016.
¿Qué pasó?
Desde la APrA explican: “Estamos mejorando los controles ambientales no solo en cantidad sino en calidad. Entendemos que las inspecciones, clausuras y actas tienen un fuerte efecto preventivo. Si uno sabe que está haciendo algo mal y no sucede nada con ello, difícilmente vaya a revertirlo. Si se sabe que tiene consecuencias, probablemente se evita caer en esa falencia”.
Las mejoras van de la mano de lograr una mayor precisión en el trabajo de los inspectores: “Estamos generando un trabajo de investigación y análisis de datos que nos permite actuar sobre casos donde hay más probabilidad de faltas graves. Prueba de ello es que las actas labradas han crecido un 32.6%, pero las clausuras se han duplicado”, detallan desde la Agencia.
Los rubros
Desde la Agencia de Protección Ambiental sostienen que la resolución 341 de 2016, que prohibió las bolsas en supermercados, hipermercados y autoservicios tuvo un papel protagónico durante 2017, aunque mostró una tasa de cumplimiento muy elevada.
En relación a las clausuras, el primer puesto en cantidad de fajas colocadas corresponde a ruido: en lo que va del año se clausuraron 60 locales por este motivo, principalmente habilitados como café o bares –que incluyen boliches nocturnos-, restaurantes, supermercados y bancos. El motivo de la clausura, generalmente, está relacionado con extractores de cocina o grandes equipos de aire acondicionado.
¿Qué se viene?
El cuerpo de inspectores encargados de controlar el cumplimiento de las normas ambientales de la Ciudad de Buenos Aires está bajo un proceso de optimización de tareas que incluye la creación de procesos y estandarización de criterios para minimizar la subjetividad a la hora de los controles.
Además, para este año se incorporarán tablets para las inspecciones, con el fin de reducir los tiempos que transcurren desde que se realiza el control hasta que los resultados llegan a los circuitos administrativos que permiten sancionar al infractor en los casos en los que resulta necesario.
“Ahora se usan checklist donde se indica el estado de los diferentes puntos que se revisan. Ese documento firmado se escanea y se genera un expediente electrónico. La incorporación de las tablets va a evitar todo ese proceso manual, y va a reducir considerablemente el uso del papel”, explicaron desde APrA.