El 60% de nuestro cuerpo es agua. Es el principal componente de nuestro organismo y es imprescindible para nuestra vida, por eso es vital que bebamos al menos dos litros de agua al día. A su vez, brinda una enorme cantidad de beneficios para nuestra salud.


El agua es esencial para mantenernos vivos, ya que la mayoría de nuestras células necesitan del agua para funcionar correctamente. En ellas se encuentra el 63% de la cantidad total de agua del cuerpo, mientras que el otro 37% está por fuera de las mismas. Del agua que está ubicada en el exterior de las células, el 27% es líquido intercelular, el 7 % plasma y el 3 % restante es agua transcelular.

Si bien estamos “hechos de agua”, eliminamos un gran porcentaje de líquido por día. De hecho, se estima que perdemos aproximadamente 2,5 litros diarios. La forma más importante de expulsión que realiza nuestro cuerpo es a través de la orina ya que en ella se eliminan entre 1 y 1,5 litros por día. Además, nuestro cuerpo expulsa líquido a través del sudor, el encargado de regular la temperatura corporal. De esta manera, el calor y el esfuerzo físico influyen en que perdamos mayor cantidad de líquido.

Para recuperar esta pérdida es importante ingerir un mínimo de dos litros de agua por día. Sin embargo no es la única manera de hidratarnos, también podemos agregar a nuestra dieta algunos alimentos que aportan un alto contenido hídrico a nuestro organismo.
  


Los momentos más propicios para consumir agua son: apenas nos levantamos,para activar nuestros órganos; media hora antes de cada comida, para facilitar el proceso de digestión; antes y después de realizar ejercicio físico, para evitar la deshidratación y prevenir calambres; antes de bañarnos, para regular la presión sanguínea y por último, antes de dormir, para evitar problemas cardíacos nocturnos.


Ayuda a bajar de peso
El agua no tiene calorías y es un gran supresor del apetito. Además ayuda al cuerpo a metabolizar la grasa acumulada.

Rejuvenece la piel
El agua ayuda a reponer los tejidos de la piel y aumenta su elasticidad, haciendo que la misma luzca más joven.


Reduce el cansancio
Cuando estamos deshidratados, el corazón tiene que bombear más sangre a las células. Esto produce que nos cansemos en exceso.

Brinda energía para un mejor rendimiento en el trabajo
La mayor parte del cerebro está hecha de agua. Por eso, una buena hidratación nos hace estar más atentos.

Es energizante
El agua es un regulador de temperatura y sirve de combustible para los músculos. Por eso a la hora de hacer ejercicio nos inyecta energía y ayuda a la digestión.

Aporta felicidad
Hace que funcione correctamente el corazón, el sistema digestivo y el cerebro, logrando un necesario equilibrio para ser felices.


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