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Tienes algún malestar y es lo primero a lo que recurres, ¿verdad? Ya sea porque te duele la cabeza, la espalda, tienes puntadas o piensas que estás a punto de incubar algo, el ibuprofeno siempre está ahí.
Sin embargo, en algunas situaciones puede generarte complicaciones. Conoce con qué enfermedades no deberías usarlo.
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Reader's Digest ha recopilado todas las situaciones en las que no una buena idea calmar los dolores con ibuprofeno. Quizá no las conozcas, por eso se aconseja que estés al tanto y, como dice el dicho, ¡mejor prevenir que curar!
Enfermedad del corazón
Muchos creen que la aspirina, en dosis bajas, puede ayudar a prevenir un ataque cardíaco, aunque recientemente se ha demostrado que administrarla en personas sanas aumenta el riesgo de ataque cardíaco o de derrame cerebral un 11%. De todas maneras, es un antiagregante plaquetario, por lo que se supone que "reeduca" la acumulación de la sangre.
El 52% de la población se automedica, pero a veces cree que ibuprofeno y aspirina son intercambiables, lo que puede generar daños
Como le sucede a algunas personas, quizá pienses que ambos medicamentos son intercambiables y si no tienes aspirina puedes tomar ibuprofeno. No es verdad. De hecho, un estudio de 2017 publicado en British Medical Journal explica que, tomarlo frecuentemente para combatir esas enfermedad podía aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco en un 75%. Si estás tomando medicamentos para la presión arterial, ¡ten cuidado!
Combinarlo con otros medicamentos
Si estás tomando otros medicamentos anticoagulantes o antiplaquetarios, que evitan que la sangre se coagule, piénsalo dos veces antes de tomar ibuprofeno. La combinación podría aumentar significativamente el riesgo de complicaciones hemorrágicas.
Problemas gástricos
Sabrás de sobra que la ingesta de muchos medicamentos puede repercutir desfavorablemente en tu estómago. El ibuprofeno, por ejemplo, no solo irrita el revestimiento del estómago y los intestinos, sino que también puede reducir el flujo de sangre en el área.
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Si estás embarazada
Recientemente se ha descubierto que la ingesta de este medicamento podría dañar al feto. Aumenta el riesgo de aborto espontáneo en el embarazo temprano y de defectos cardíacos en el tercer trimestre. No solo eso, incluso podría comprometer la fertilidad futura del bebé. Tampoco es buena idea durante el trabajo de parto y el propio parto, ya que podría provocar un sangrado prolongado. Consulta con tu médico para buscar un sustituto, si fuera necesario.
Aumenta el riesgo de aborto espontáneo en el embarazo temprano y de defectos cardíacos en el tercer trimestre
Si tienes artritis
Durante mucho tiempo, las personas que sufrían dolores de artritis han tomado ibuprofeno para calmar el dolor, pero ahora que se conocen sus efectos negativos en el sistema gastrointestinal y cardiovascular, quizá deberías pensarlo dos veces, sobre todo si tienes antecedentes de problemas estomacales y cardíacos. Los estudios realizados sobre el tema señalan que se asocia con un mayor riesgo de hipertensión.
Si lo tomas con alcohol
Seguro alguna vez haz saludo y, luego de beber una copa de vino, una cerveza o un cóctel, tienes un dolor de cabeza horrible, así que te tomas un ibuprofeno. ¡Error! La combinación de ambos aumentará, sin duda, las posibilidades de dañar tu estómago. Debes evitar el alcohol si te medicas, pues podrías incrementar el riesgo de úlcera estomacal o el daño hepático.
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Fuentes:
