El autoestima es, por decirlo de forma sencilla, la forma en la que nos sentimos sobre nosotros mismos. No es lo mismo que autoconcepto, aunque van de la mano. El autoconcepto es la representación que construimos de nosotros mismos, mientras que la autoestima es la evaluación que hacemos de él.

Por ejemplo, nosotros podemos tener el autoconcepto de que somos personas capaces de hacer mucho ejercicio, pero si tenemos la autoestima baja diremos “de todos modos, hay muchos que lo hacen mejor que yo y a nadie le importa lo que yo haga”.

Teniendo en cuenta esto, tener una alta autoestima tiene que ver con ser muy conscientes de nuestras virtudes y defectos, de nuestras capacidades y limitantes, y sentirnos bien al respecto de ellos. Con aceptarnos.

Lograr eso no es fácil, sobre todo porque vivimos en una sociedad que nos asegura que debemos ser perfectos y exitosos para ser valiosos. Por eso, trabajar la autoestima con los niños desde la más temprana edad es una excelente manera de convertirlos en adultos que tengan confianza en sí mismos y que se aprecien.

Estas son algunas cosas que puedes hacer hoy para ayudar a fomentar la autoestima en los niños.

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Reforzar su individualidad

Muchas veces los adultos cometemos el error de querer hacer encajar a todos los niños en el mismo molde: pero no todos entran en él. Los que se quedan afuera de esos estereotipos sienten que son menos importantes.

Por eso, reforzar la individualidad del niño, y recordarle que está perfecto siendo tal cual es puede reforzar mucho la mirada que tiene sobre sí mismo. Estas son algunas acciones posibles:

  • Mostrar interés en sus temas favoritos, interesarse, preguntar.
  • Preguntarle su opinión sobre cierto tema (y, por supuesto, escucharla respetuosamente)
  • Dedicar tiempo a cada hijo por separado, y brindarle a cada uno cosas diferentes de acuerdo a sus necesidades.
  • Fomentar y apoyar sus intereses, por ejemplo, apuntándolos en una actividad que desean hacer aunque no sea la que tú harías.

Hacerlos sentir competentes

Muchas veces por ayudar a los niños los terminamos haciendo inseguros. Por ejemplo, si resolvemos todo por ellos. Para los chicos es importante sentir que pueden valérselas solos, sino siempre serán personas dependientes.
Estas son algunas acciones posibles para fomentar sus capacidades:

  • No hacer todo por ellos, sino simplemente estar cerca para ayudarlos si tienen alguna dificultad.
  • Felicitarlos por sus logros, sin importar si han logrado exactamente lo que se proponían o no. Alabar el proceso y ayudarlos a ver todo lo que han aprendido en el camino.
  • Enseñarles una nueva habilidad.
  • Dejar que sean ellos los te expliquen algo que desconoces: cómo funciona una app, quién es el youtuber del momento, lo que sea.
  • Darles tareas para el hogar acorde a su edad, que sean su responsabilidad.

Ayudarlos a ser realistas

Muchas veces a los adultos nos cuesta aceptar la realidad tal como es… ¡Imagínate a un niño! No se trata de cortarle la imaginación, que es lo más hermoso que tienen. En cambio, la idea es ayudarlos a distinguir las imposiciones sociales de la realidad, y a entender que no todo sale siempre como en las películas de Disney.

  • Cuando se equivocan en algo, ayudarlos a ver lo que pueden aprender de ese error. Eso les permitirá ver que todo error deja una enseñanza.
  • Hablar con ellos sobre nuestros propios errores y tristezas, para que vean que los adultos también nos equivocamos a veces y no pasa nada.

De esta forma, es posible fomentar la autoestima en los niños y convertirlos en adultos resilientes y seguros.

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Fuentes:

Cuéntame un cuento

Psicología y mente