En los medicamentos encontramos un aliado perfecto para mejorar muchas patologías o enfermedades que frecuentemente logran indisponernos. Pero debemos tener cierta precaución a la hora de ingerir algunos de ellos, pues no todos los organismos responden de la misma manera.
Es prudente hacer uso racional de algunos medicamentos, sobre todo de aquellos que son de venta libre, pues pueden hasta agravar tu estado de salud.
Estos son los efectos de 3 medicamentos que, como pueden conseguirse fácilmente, muchas personas toman a diario.
Antiácidos
Para tratar la acidez estomacal, lesiones en el intestino o en el estómago, y para las úlceras, suelen usarse antiácidos, medicamentos de los que casi nadie desconfía.
Pero ten mucho cuidado, pues si se lo consumes por mucho tiempo puede ocasionar gran daño en tu organismo, pues evitan la absorción de vitamina B12, ocasionando problemas como la depresión, anemia, daño neurológico o demencia.
Tus huesos pueden debilitarse a tal nivel de presentar fracturas frecuentes, ya que puede promover la disminución de absorción de calcio.
También pueden presentarse dolor de estómago, pérdida de sueño, diarrea, dolor de cabeza, cansancio y dificultad para despertar.
Analgésicos y antiinflamatorios
Los antiinflamatorios y analgésicos pueden ayudar a aliviar algunas dolencias en el cuerpo humano, pero su abuso, que es muy común, puede tener consecuencias de todo tipo: en algunos casos daño hepático y toxicidad. Puedes presentar fatiga o cansancio inusual, náuseas o vómitos, anrexia, ictericia, dolor abdominal, deposiciones blanquecinas y orina oscura, entre otros.
En otros casos, causan daños en el corazón, lesiones en el aparato digestivo, hemorragias en pacientes con úlceras, enfermedad rectal, diarrea, estreñimiento, vómitos, distensión abdominal, alteraciones nerviosas, zumbido en los oídos, hasta inclusive llegar a la sordera.
Antibióticos
Para tratar infecciones y otras patologías en tu organismo, los antibióticos son los más adecuados, pero no olvides tener en cuenta los efectos secundarios que algunos de ellos pueden presentar, sobre todo si abusas y los consumes sin control médico.
Problemas digestivos como pérdida de apetito, malabsorción alimentaria, gases, estreñimiento y gastritis, dificultad respiratoria, y mayores posibilidades de sufrir gripe o resfriados son sus consecuencias. Además, cuando se usan inadecuadamente, producen que las bacterias se vuelvan resistentes a ellos.