1,7 millones de lotes de píldoras contra el Covid-19 es el acuerdo que firmó este miércoles Estados Unidos con el laboratorio Merck. Se trata de comprar una pastilla antiviral experimental contra el coronavirus, la cual está en evaluación para ser aprobada por las autoridades federales.
El acuerdo por 1.200 millones de dólares es para el medicamento molnupiravir, actualmente en fase 3 de ensayo clínico global entre 1.850 personas. Con resultados esperados para este año 2021.
Sin embargo, Estados Unidos solo completará el trato si molnupiravir recibe una autorización de uso de emergencia o la aprobación total por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Referida su potencial a la hora de reducir el riesgo de hospitalización o muerte.
Rob Davis, presidente de Merck, señaló:
“La compañía se complace en colaborar con el gobierno de Estados Unidos en este nuevo acuerdo que brindará a los estadounidenses con Covid-19 acceso al molnupiravir”.
La farmacéutica espera tener disponibles más de 10 millones lotes para cinco días de tratamiento para fines de 2021. Ya que molnupiravir, que Merck desarrolla en asociación con Ridgeback Biotherapeutics es uno de muchos antivirales orales que se están probando contra el virus.
¿Cómo funciona la píldora?
El fármaco pertenece a un grupo de antivirales llamados inhibidores de la polimerasa. Los cuales actúan sobre una enzima que los virus necesitan para copiar su material genético. Y cumplen su función al introducir mutaciones que evitan que enfermedad pueda reproducirse.
La píldora ha demostrado o eficacia en estudios de laboratorio contra otros virus como los de la influenza, el ébola y la encefalitis equina venezolana. Sin embargo, no ha sido aprobado su uso para atender ninguna de estas enfermedades.
Encontrar medicamentos antivirales efectivos fue siempre un desafío para la ciencia. La causa se debe a que los virus son mucho más diversos que las bacterias. Parte de esto se debe a la forma en la almacenan su información genética, algunos en forma de ADN y otros como ARN como el SARS-CoV-2.
Por otra parte, se identificaron objetivos farmacológicos prometedores de los virus. La dificultad radica en que desarrollar nuevos medicamentos lleva mucho tiempo y -como se vio en la pandemia- los virus mutan rápidamente. Y esto podría ocasionar que cuando se desarrolla un medicamento, el virus en constante evolución pronto podría desarrollar resistencia a él.
Es así que Merck ha decidido centrarse en sus medicamentos para combatir la enfermedad Covid-19. Sobre todo, luego de que dos vacunas no generaran las respuestas inmunitarias deseadas, lo que le llevó a abandonar dichos programas en enero.
Las investigaciones y avances del laboratorio continúan mientras esperan la aprobación por parte de la FDA del uso de emergencia del medicamento. Y la esperanza de muchos países es que se trate de otra herramienta para ponerle fin a la pandemia de coronavirus.