Siempre creemos que necesitamos vivir cosas súper intensas para que nuestra existencia tenga sentido. Entre estímulos, redes sociales, publicidad y series de Netflix, caemos en la trampa de creer que necesitamos un amor de película, una aventura descomunal o un proyecto que nos demande todos nuestros esfuerzos para ser felices.
Sin embargo, la psicología no opina lo mismo. Después de años y años de estudios al respecto, los especialistas están convencidos de que las personas que llevan una vida más plena y una mayor realización personal son las que viven tranquilas.
Sí, la tranquilidad parece ser la clave de la felicidad.
¿Significa esto que debo quedarme tirado en la cama todo el día para ser feliz? No, claro que no. No se trata de la tranquilidad entendida como la falta de acción, sino como el equilibrio y la seguridad que da saber que uno está en el lugar en el que debe estar.
El equilibrio emocional, el conocerse a uno mismo y el saber qué se necesita y qué no en cada momento son las claves para una vida con sentido.
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El camino del autoconocimiento
Muchas veces vivimos la vida que se supone que deberíamos vivir. O sentimos que deseamos algo, simplemente porque todo alrededor nos dice que eso es lo que está bien desear.
Los paradigmas de cada época cambian, pero hay algo que siempre es igual: quien desea algo diferente para su vida es saboteado.
Entonces, es normal caer una y otra vez en la trampa de creer que deseamos algo cuando en realidad queremos otra cosa.
Conocerse a uno mismo y asumir lo que verdaderamente se quiere, eso es estar tranquilo y eso lleva a vivir plenamente. No quiere decir no vivir con pasión, al contrario: se trata de poner la pasión y todos nuestros sentimientos en la dirección adecuada.
Encontrar el equilibrio
Para estar bien, la psicología asegura que es necesario encontrar el equilibrio. Pensar que no debemos estar nunca mal o tristes es una fantasía. Lo importante es que esos momentos no nos desestabilicen.
Por eso también es importante estar tranquilos. Porque si sabes que estás actuando de acuerdo con tus propios valores, cuando las cosas no van bien no vas a desesperarte. Sufrirás, sí. Todos sufrimos en algún momento.
Pero lograrás mantenerte con la mente clara, y esa es la mejor forma de adaptarse y volver al propio centro.
Tú en tu relación con los demás
Lo mejor de estar tranquilos y confiados en nosotros mismos es que nos permite generar vínculos sanos con los demás. Es que cuando sabemos lo que necesitamos, no dejamos que otros decidan por nosotros.
Poner límites no implica tener relaciones frías. Al contrario, nos lleva a generar vínculos que nos llenen, relaciones satisfactorias y saludables.
Por eso, el mejor estado emocional al que se puede aspirar es estar tranquilos.
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Y tú, ¿Estás tranquilo con tu vida?
Fuentes: