Una joven china perdió la visión de un ojo luego depasar más de ocho horas jugando videojuegos en su teléfono móvil sin descansar un minuto: era algo que hacía a diario, a veces incluso más horas. Sus padres se lo advirtieron pero ella no les prestó atención. Las consecuencias fueron permanentes.
La mujer china de 21 años se quedó ciega en un ojo después de jugar el popularvideojuego Honor of Kings en su teléfono móvil sin parar durante un día entero, así informaron medios locales.
Lajoven, de repente perdió la vista en su ojo derecho el domingo por la noche,después de haber estado jugando todo el día en la casa de sus padres en Dongguan,provincia de Guangdong.Fuediagnosticada el miércoles por la mañana conoclusión de la arteria retiniana en su ojo derecho en un hospital en eldistrito de Nanchang.
Suspadres la habían llevado previamente a varios hospitales de la zona, peroninguno de ellos pudo determinar la causa.
Unmédico fue citado diciendo que la oclusión de la arteria retiniana era unacondición asociada con personas de edad avanzada y rara vez se ve en losjóvenes, y añadió que la ceguera de la mujer era probablemente causada por la fatiga ocular severa.
Su situación
Lamujer, una trabajadora financiera de una empresa en la ciudad, dijo que sehabía vuelto tan obsesionada con el juego que lo jugaría después del trabajo ytodo el día los fines de semana.
"Enlos días en que no tengo trabajo, por lo general me levanto a las 6 am, y suelo desayunar y jugar hasta las 4 pm", dijo. "Entonces como algo, tomo una siesta y juego hasta la una de la madrugada".
"Aveces me sentía tan absorta en el juego que me olvidaba comer, y no escuchaba amis padres cuando me decían que era hora de cenar."Dijoque a veces jugaba el juego de siete aocho horas sin levantarse del sofá.
Lamujer dijo que lamentaba no haber escuchado a sus padres, quienes a menudo trataronde persuadirla de que dejara de jugar el juego.
Distraerse con videojuegos no es algo malo, pero cuando se descuidan las responsabilidades o el propio bienestar porque no se puede abandonar la pantalla, se trata de una adicción tan peligrosa como cualquier otra. Por eso, es necesario estar alertas.