El momento en que una mujer se entera de que está esperando un bebé es muy especial. Sea que haya sido o no planificado, seguramente será difícil de olvidar.
Pero, ¿no te ha pasado acaso alguna vez que, cuando alguien de tu círculo más próximo anunció su decisión de ser madre, al poco tiempo otra mujer también lo hacía?
Entre las mujeres suelen pasar cosas como éstas. A muchas, por ejemplo, se les "sincronizan" sus ciclos menstruales si pasan mucho tiempo juntas. Pero, ¿puede pasar lo mismo con un embarazo? ¿Es "contagioso"?
Un estudio publicado en la revista American Sociological Review llegó a la conclusión de que si de dos mujeres que son amigas desde hace tiempo una queda embarazada, la probabilidad de que la otra también espere un bebé se puede incrementar de forma considerable.
La investigación fue llevada adelante por una doctora y una socióloga, y aunque ellas sabían que la difusión de los resultados sería polémica, no dudaron en hacerlos públicos, porque sabían que, como ellas, muchas mujeres tenían esta duda. Es que, por poco racional que parezca... Todo el mundo conoce algún caso así.
Según señalan ambas especialistas, las probabilidades son aún mayores si las mujeres son amigas desde la adolescencia; más incluso que si comparten un vínculo biológico.
"En la sociedad actual, los amigos son igual o más importantes que los hermanos y otros miembros de la familia. Los ciclos vitales se sincronizan".
En el estudio se tomaron más de 1700 casos de mujeres estadounidenses que fueron evaluadas durante 15 años (de sus 15 a 30 años), y como resultado se comprobó que de los 820 embarazos registrados entre ellas, muchos mostraban características similares con sus amigos de la secundaria.
El "contagio", según la investigación, "...aumenta inmediatamente después de que un amigo de la escuela secundaria da a luz, alcanza un máximo unos dos años más tarde, y luego disminuye, siendo insignificante a largo plazo". Esto se explica por que la decisión no es al mismo tiempo, sino que una es influenciada por la otra. Por eso el desfasaje.
De acuerdo al estudio, tener una amiga de la escuela secundaria embarazada o con un bebé podría aumentar la probabilidad de que otra mujer también lo tenga por 3 razones:
1. Comparación y "presión" percibida.
2. Los amigos son una fuente importante de aprendizaje también en el rol de madre.
3. Tener hijos al mismo tiempo que otros amigos puede traer ventajas como: compartir la experiencia, reducir el estrés, y afianzar la amistad.
"En general, esta investigación demuestra que las decisiones de fertilidad no solo están influenciadas por las características y preferencias individuales, sino también por la red social en la que los individuos están integrados", indicó uno de los autores del estudio.
No todas las mujeres vivirán, claro, esta situación de "contagio"; pero el estudio sí pone de manifiesto que estas cosas suceden y que algunas personas pueden ser más permeables a las influencias de su entorno, aún en un nivel biológico en la que muchos creerían que no tienen incidencia.
¿Conoces algún caso así?