Esta milenaria técnica de la medicina tradicional china ha trascendido hasta nuestros días y ha cruzado multitud de fronteras para convertirse en una forma popular de medicina alternativa. Se trata del Cupping o ventosaterapia, y consiste en aplicar ventosas (similares a frascos redondos de vidrio) sobre el cuerpo, extrayendo el aire y generando un vacío.
En teoría, el vacío creado por la succión de la piel y parte del músculo abre los poros y favorece la circulación sanguínea y linfática. Adicionalmente, se cree que promueve la circulación de Qì, el flujo de energía vital que corre por todos los cuerpos de los seres vivos.
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Si bien se ha practicado por siglos y diversas celebridades promueven su uso, lo cierto es que no hay evidencia científica de que la ventosaterapia cumpla ninguno de sus supuestos efectos, y algunos incluso han tildado a la práctica de ser una pseudociencia que se sustenta únicamente en el efecto placebo.
Por medio del cupping se supone que eliminamos toxinas y ayudamos a sanar contracturas musculares. Muchas figuras públicas como Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston y Victoria Beckham han mostrado las marcas de la terapia (manchas circulares de tonalidad distinta al resto de la piel) en sus espaldas en distintas ocasiones, dándole visibilidad a la práctica y generando controversia al mismo tiempo.
Michael Phelps, el atleta olímpico con más medallas de toda la historia, atrajo la atención del mundo en las Olimpíadas de 2016 por tener marcas púrpura en su espalda durante la competición, demostrando que él también practica la ventosaterapia.
Más allá de si es cierto o no, existen tres modalidades de cupping:
- Ventosa fija
Con este método, las ventosas se colocan en puntos específicos con el objetivo de tratar dolencias locales.
- Masaje
Las ventosas son colocadas en un sitio y con la ayuda de aceites esenciales se deslizan de un lado a otro.
- Aplicación y extracción de ventosas
Normalmente realizada sobre la espalda, las ventosas se aplican unos segundos y luego se repite lo mismo sobre otra zona, con el objetivo de trabajar particularmente cuadros como congestiones pulmonares.
Diversas investigaciones realizadas por organizaciones diferentes han llegado a conclusiones similares: no hay evidencia que indique que la ventosaterapia tenga efecto positivo alguno para ninguna afección médica.
La American Cancer Society advirtió uqe puede dejar marcas amoratadas temporales en la piel y hay un pequeño riesgo de quemaduras, pero nada indica que sea una forma efectiva de tratar el cáncer, otro de sus supuestos beneficios.
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En 2012, un estudio publicado en PLoS ONE revisó una serie de investigaciones que concluían que el cupping sí surte los efectos previstos y determinó que existía un alto riesgo de que las investigaciones estuvieran sesgadas a favor de la terapia, por lo que otros estudios serían necesarios para concluir que la práctica sí funciona.
Nadie puede evitar que otra persona practique cupping, pero la evidencia no apoya sus supuestos efectos. Sin embargo, sus efectos no son particularmente nocivos, así que quien desee practicarla no está corriendo ningún riesgo mayor.
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