Los alacranes o escorpiones son artrópodos del orden de los arácnidos. Están provistos de un par de pinzas y una cola acabada en un aguijón, con un veneno que puede ser letal.
Su presencia es común en ambientes rurales y agrestes, pero también pueden estar presentes en zonas urbanas, y actualmente aumentaron su actividad en algunas regiones de América Latina. Los que peor resisten a la picadura de alacrán o escorpión son los niños.
En las zonas urbanas, los factores que favorecen la presencia de alacranes pueden ser la suciedad y la presencia de restos de comida (ya que se alimentan de cucarachas); y las construcciones que implican remoción de suelos, como las obras subterráneas, ya que los alacranes viven muchas veces bajo la tierra, en túneles o recovecos.
Los productos insecticidas no son efectivos para prevenir la presencia de alacranes, ya que se necesita del contacto directo con el animal para eliminarlo, a diferencia de lo que sucede por ejemplo con los mosquitos, para los cuales es suficiente con el efecto residual.
¿Qué hacer ante una picadura de alacrán?
Ante la picadura de escorpión o alacrán, se recomienda colocar hielo en la zona afectada y acudir a un centro médico de inmediato.
En lo posible, hay que llevar el ejemplar al centro médico, para que se pueda distinguir de qué tipo de alacrán se trata.
No todas las especies son iguales, por eso pueden causar desde inflamación moderada, hasta la muerte. Ante la picadura de los alacranes más venenosos, es necesario aplicar un antídoto que puede conseguirse en los hospitales.
El primer síntoma de la picadura es un enorme dolor en la zona, y cuánto se agrave el caso depende de si el veneno se expande por el cuerpo o no. Cuando llega al corazón, por ejemplo, puede ocasionar un paro cardíaco, y es entonces cuando se vuelve letal.
Consejos para evitar las picaduras de alacranes
- Eliminar los insectos de los que los alacranes pueden alimentarse, como grillos y cucarachas.
- Extremar las precauciones en zonas subterráneas, sótanos, túneles, construcciones nuevas en las que se removieron los suelos, y sobre todo, en verano.
- No caminar descalzo.
- Sacudir la ropa y los zapatos antes de vestirse, y la ropa de cama antes de acostarse.
- Separar las camas de la pared.
- Observar el piso del baño antes de bañarse.
- Cubrir las alcantarillas y resumideros con malla metálica.
- Mantener limpios y ordenados los hogares.
- Mantener los exteriores despejados de maleza.
- No acumular leña, ladrillos o escombros cerca de las viviendas.
- En lo posible, revocar paredes, tapar grietas en pisos, paredes y techos.