Si tuviste acné y no trataste la piel de forma correcta en su momento, puedes tener cicatrices en el rostro que no disminuyen con el tiempo. Estas marcas, a veces oscuras, otras veces con apariencia de pequeños pocitos, no pueden quitarse del todo, pero sí pueden tratarse progresivamente hasta volverse casi imperceptibles.
A continuación aprenderás a combinar dos tratamientos; uno exfoliante y una mascarilla, para que tu piel se vea como radiante.
Las cicatrices de acné se generan porque porque ocurre un desequilibrio en las células de la piel que absorben luz; el acné las inflama, y al desinflamarse, la piel ya no vuelve a quedar uniforme. Por eso, el primer paso para eliminarlas es acostumbrarte a exfoliar tu piel al menos una vez por semana, durante varios meses.
1. Exfoliante natural con azúcar
Puedes preparar una crema exfoliante mezclando dos cucharaditas de azúcar con una de limón; frotar con ella la piel cada dos o tres días y enjuagar con agua tibia. El azúcar raspará las células muertas eliminándolas, y el limón funcionará como blanqueador.
También puedes (no más de una vez por semana, porque es una sustancia fuerte) frotar la piel húmeda con una cucharadita de bicarbonato de sodio, sin llegar cerca de los ojos, dejar actuar 40 segundos y enjuagar muy bien.
2. Mascarilla de yogur, miel y limón
Para complementar el exfoliado, puedes usar dos veces por semana esta mascarilla que regenera la piel, la suaviza y la blanquea.
Ingredientes:
- 1 cucharada de yogur natural
- 2 cucharadas de leche
- 2 cucharadas de miel
- 1 limón exprimido
Preparación y uso:
Mezcla todos los ingredientes hasta lograr una consistencia homogénea. Aplica la mascarilla y deja actuar 15 minutos. Enjuaga bien, y repite dos veces cada semana, hasta que notes que la piel comienza a mejorar progresivamente.
¡Vuelve a lucir una piel bella y radiante!