La vida diaria puede ser una verdadera locura, y el ajetreo aumenta todavía más si tenemos hijos y otras responsabilidades adicionales.
El resultado puede ser frustrante: no importa lo que estés haciendo o qué hora del día sea, siempre te sientes cansado. Tal es así que con frecuencia te encuentras desmotivado y piensas que no puedes seguir adelante.
Existen muchas enfermedades y condiciones que disminuyen considerablemente nuestro nivel de energía, así que lo primero que debías hacer es determinar con un médico si padeces de algún mal que te cause fatiga crónica. Si estás libres de enfermedades, entonces puedes probar algunas de nuevas estrategias.
Estos pequeños cambios de estilo de vida te ayudarán a sentirte enérgico durante todo el día.
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Ponte límites
A veces nos excedemos con las responsabilidades y tareas que nos imponemos, asumiendo que podemos realizarlas todas, quizás rápidamente y sin ninguna consecuencia para nuestro cuerpo. Esto puede ser un grave error y debilitarte a largo plazo, sobre todo si lo haces frecuentemente.
Lo mejor es distribuir las tareas a lo largo del día o incluso la semana. Que los platos pasen la noche sucios no es una tragedia si eso ocurre de vez en cuando. Dale prioridad a tu energía y trata de relajarte, porque según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), el estrés consume mucha energía.
Trata de intercalar tus tareas con descanso y actividades relajantes, como escuchar música, leer o pasar tiempo con tus amigos.
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No caigas en la tentación de los dulces
Hemos escuchado durante años que el azúcar aporta energía, pero un dulce podría ser metabolizado demasiado rápido por tu cuerpo. ¿Cuál es el problema de esto? Pues que saturarías tu sangre de azúcar y acabarías sintiéndote fatigado.
Lo mejor que puedes hacer es ser ordenado. Come de manera regular y ten a mano tentempiés saludables entre una y otra comida si fuera necesario. Un yogurt con un poco de nueces, pasas y miel es ideal, porque tu cuerpo absorberá la mezcla de carbohidratos y proteínas gradualmente, en vez de hacerlo todo de golpe.
También es importante no saltarte las comidas, porque la alimentación regular mantiene tus necesidades saciadas más efectivamente que comer de forma irregular, pero en cantidades mayores. También recuerda que ni los llamados “superalimentos” tienen poderes mágicos: ningún alimento por sí solo balanceará una mala dieta.
Sentirse enérgico es resultado de un conjunto de factores, y una sola fuente no basta por sí sola.
Haz ejercicio y toma siestas
Aunque parezcan cosas completamente opuestas, tanto la actividad física como tomar una siesta corta de 20 a 30 minutos pueden hacer maravillas en tus niveles de energía. Eso sí, si estás teniendo problemas para conciliar el sueño de noche, tienes que saber que tomar siestas puede empeorar el insomnio.
Si no puedes tomar una siesta o sufres de insomnio, lo mejor será que cuando te sientas cansado o pesado te pares y muevas tu cuerpo. Incluso una caminata de 15 minutos servirá de impulso para tu energía y los beneficios aumentarán a medida que la actividad física se haga con más frecuencia.
Lo ideal sería realizar dos horas y media de ejercicio aeróbico moderado a la semana, como montar bicicleta o caminar a un ritmo rápido. El ejercicio físico tiene efectos positivos inmediatos en tu cerebro, y activa neurotransmisores positivos como serotonina, dopamina y noradrenalina.
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Los suplementos no son una opción
Según investigadores de la Universidad de Harvard, no hay ninguna evidencia que soporte el uso de estos suplementos, que en ocasiones prometen potenciar tus niveles de energía. Algunos incluso se publicitan como antienvejecimiento. Por si fuera poco, aún se desconoce la totalidad de sus efectos secundarios, por lo que podrían ser potencialmente nocivos.
Según los expertos, los suplementos solo deben usarse cuando sufrimos de una insuficiencia vitamínica, y solo en las concentraciones recetadas por un especialista. El hierro, por ejemplo, aporta grandes cantidades de energía, pero si tenemos niveles normales, tomar suplementos puede ser dañino.
Los vegetales verdes y los cereales son ricos en hierro. La familia de vitaminas B1, B2, B6, y B12 también aportan energía, así que consumir moderadamente alimentos que las contienen puede ser beneficioso. Según datos del NHS, una dieta rica y balanceada es en principio lo único que necesitamos para cubrir nuestras necesidades de vitaminas y minerales.
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Cuidado con la cafeína
La cafeína es otro componente que tiene fama de energizante, pero lo cierto es que la NHS recomienda eliminarla por completo en las personas que sienten energía insuficiente.
¿Por qué? Las razones aun no están claras, pero las autoridades de salud tienen al café en la mira por sus efectos en el estado corporal de las personas, y recomiendan que cualquiera que se sienta cansado con frecuencia la evite.
Si la consumes con frecuencia (y recuerda que también está en el té y las gaseosas), trata de disminuir poco a poco las cantidades que tomas a lo largo de tres semanas. Y recuerda tomar agua, la deshidratación ligera también puede hacerte sentir débil.
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Recuerda que si es un problema que no desaparece sin importar las medidas que tomas, puede que necesites visitar a un médico.
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