Cepillar los dientes con frecuencia y después de cada comida es una buena forma de mantener la higiene bucal y evitar que ciertas bacterias maduren, previniendo enfermedades.
Pero, ¿cada cuánto es necesario cambiar el cepillo? ¿Cómo hay que limpiarlo correctamente?
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Desde pequeños nos enseñan cómo cepillarnos, pero muchas curiosidades que no son tan populares rondan al utensilio con cerdas.
A continuación te contamos 5 datos que deberías saber sobre tu cepillo de dientes.
1) No todos los cepillos son iguales
Más allá de los colores vistosos y las compañías que los fabrican, no todos los cepillos de dientes son para todo el mundo. Es necesario tener en cuenta el tamaño del mango y del cabezal en proporción a la boca del usuario que lo utilizará. Los cepillos más pequeños suelen alcanzar esquinas y rincones más profundos, logrando una mejor higiene. También se recomiendan aquellos con cerdas más suaves y flexibles para evitar lastimar las encías.
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2) Vida útil
La vida útil de un cepillo de dientes es de unos 200 usos o tres meses si es utilizado con la frecuencia adecuada. No importa si a primera vista el cepillo luce bien, es importante cambiarlo. Una vez pasado ese tiempo, las cerdas comienzan a debilitarse y ya no limpian con la misma eficacia que lo hacían antes. También es importante tener en cuenta que las bacterias que removemos de nuestras bocas se van asentando en el cepillo.
Pero, para no generar tantos residuos plásticos puedes usar por opciones biodegradables que ya están en el mercado.
3) Higiene del cepillo
Si bien la vida útil promedio de un cepillo de dientes es de tres meses, durante ese tiempo también es importante mantenerlo limpio e higienizado. Una de las técnicas más comunes para desinfectar es remojar el cepillo en agua hirviendo por lo menos dos minutos. Pasado ese tiempo, se debe enjuagar en agua fría para que las cerdas recuperen su estado inicial.
También existen otros métodos de desinfección y limpieza, en los cuales se pueden utilizar bicarbonato de sodio, vinagre y hasta el propio enjuague bucal.
4) Opciones prácticas: cepillos de dientes masticables
Son comunes entre viajeros ya que no necesitan agua y suelen ser desechables. Al masticarlo, el cepillo libera dentífrico entre sus cerdas.
5) Error: mojar antes de lavar
No debemos mojar el cepillo con agua antes de cepillarnos. El cepillo de dientes es como una escoba, si se moja no removerá la basura correctamente. Lo ideal es utilizar el cepillo en seco y sin agua, así limpiará mejor.
¿Conoces algún otro dato para mejorar la limpieza bucal? ¿Utilizas el cepillo junto a otros instrumentos de higiene?