La devastación dejada por el ciclón Idai en Mozambique, Zimbabwe y Malawi puede ser considerada una de las catástrofes climáticas más grandes en el hemisferio sur. Tal es así que la ex primera dama de Mozambique, Graça Machel, consideró que Beca "pasará a la historia como la primera ciudad devastada por el cambio climático".
Para entender un poco más el panorama, Idai fue un ciclón tropical que alcanzó categoría 3 (la máxima es 5), que se desarrolló en la primera quincena de marzo de este año. Más allá de los fuertes vientos, su poder destructor se debió a la cantidad de lluvia que cayó (en algunos sitios por encima de los 600 milímetros) y la enorme falta de infraestructura de los países afectados.
De los tres, Mozambique resultó ser el más afectado. A medida que pasan los días, sus consecuencias se hacen evidentes, y hasta más graves. Pero las personas no son las únicas que se ven afectadas por estos fenómenos naturales. Los animales también sufren, y mucho, debido a que pierden a sus familias, hábitats, contraen enfermedades, carecen de alimentos o agua potable, y sobre todo, de atención, pues suelen quedar en segundo plano.
Actuando para salvar miles de vidas
Pero la ONG World Animal Protection, especialista en intervenciones ante desastres, ha decidido actuar una vez más para brindar ayuda a quienes más lo precisan. Su equipo de respuesta a desastres se encuentra en Mozambique y Malawi para brindar atención de urgencia a más de 200.000 animales que han sido afectados por las inundaciones que han devastado el sur de África.
Un equipo ha llegado a Chimoio, cerca de Beira (una de las zonas más afectadas), con kits veterinarios que incluyen antibióticos, analgésicos y medicamentos para la putrefacción de las pezuñas. Éstos pueden tratar hasta 2500 animales, incluidos bovinos, cerdos, perros y gatos en un solo día.
Los equipos de respuesta también han proporcionado inducciones a 25 veterinarios de cuatro provincias de Mozambique, las cuales incluyen los conceptos básicos sobre cómo manejar y tratar a los animales en situaciones de desastre. También han reclutado un equipo de voluntarios para ayudar a proporcionar cuidados esenciales a los animales necesitados en los próximos días.
Otro equipo experto de veterinarios ha estado en el lugar brindando asistencia médica a los animales en Malawi, y ya está listo para responder a Zimbabue.
El personal en el terreno ha brindado atención a los rebaños en Clifton Meadow, una granja lechera responsable del 94% de toda la producción de leche en Mozambique. El personal de allí manifestó que había perdido 29 animales de una manada de 400, principalmente terneros, los cuales fueron aplastados contra la cerca por los vientos.
Ondela Voorslag, administradora de Clifton Meadows dijo:
Fue caótico. Los animales corrían arriba y abajo de las colinas, tratando desesperadamente de alejarse del viento, pero no había escapatoria. El techo se estaba levantando hacia arriba y hacia abajo y las paredes estaban mojadas por dentro, así que tuve miedo. Nunca había experimentado algo como esto.
El Dr. Edwin Nkhulungo, un oficial veterinario del gobierno responsable del sur de Malawi sostuvo:
Las inundaciones en estas áreas pueden tener efectos más duraderos en los animales, especialmente con respecto a la incidencia de enfermedades y la destrucción generalizada.
Por otra parte, Gerardo Huertas, Director del Programa de Animales en Desastres de World Animal Protection, manifestó: "Aunque este desastre natural dio un golpe mortal en África, las repercusiones se están afianzando y continúan causando miseria y sufrimiento a cientos de miles de personas y animales. Nuestra prioridad es ayudar a los animales que tienen una necesidad desesperada, aquellos que están heridos, hambrientos o deshidratados y con alto riesgo de enfermedad, para que no se conviertan en una segunda oleada de víctimas".
“Los animales son a menudo las víctimas olvidadas en los desastres. Pero las comunidades locales que sobrevivieron a esta catástrofe solo sufrirán más si no tienen animales o ganado para ayudarlos mucho después de que la ayuda se haya ido, para su sustento, transporte, comida y compañía”, agregó.
Las duras consecuencias
Más de 750 personas y miles de animales han muerto trágicamente a causa del desastre, y cientos de miles más han sido afectados. Las personas se han visto obligadas a abandonarlos, a pesar del dolor y de su dependencia para sobrevivir económicamente. Y como si esto fuera poco, han tenido que dejar también a sus mascotas, mientras son evacuadas por el gobierno y las organizaciones humanitarias.
Aún no hay cifras exactas, pero la ONG World Animal Protection anticipa cientos de miles o incluso millones de animales afectados. Después de un ciclón tan destructivo como Idai, tiene la certeza de que los animales se lesionarán, estresarán, separarán de sus dueños, serán vulnerables a las enfermedades y no tendrán acceso a alimentos limpios ni agua potable.
Los animales también necesitan atención
Tristemente, millones de animales son víctima de desastres cada año. Nuestra experiencia previa de ciclones e inundaciones nos dice que los propietarios a menudo no pueden cuidar a sus animales. El ganado y las mascotas quedan expuestas en los días y semanas inmediatas después de un desastre, a menudo a agua estancada y sol o lluvias intensas que plantean riesgos para la salud.
Específicamente, los animales pueden verse afectados por la podredumbre en las patas, las enfermedades digestivas y respiratorias, así como la falta de acceso a agua potable limpia.
Si bien la respuesta ante desastres prioriza correctamente las necesidades inmediatas de las personas, la recuperación a largo plazo de los desastres está inseparablemente vinculada al bienestar de sus animales. Las comunidades en esta área confían en la agricultura para sobrevivir, y en esta etapa crítica, salvar a los animales afectados por las inundaciones proporcionará estabilidad para su futuro.
El poder de estar preparados
Aparte del dolor que representa perder una mascota o un animal, ocurre que muchas familias dependen de los animales para subsistir e incluso alimentar a la población, como ocurre con Clifton Meadows. Por eso, World Animal Protection pone mucho énfasis en su trabajo junto a gobiernos, organismos internacionales, ONGs y socios locales y nacionales, a fin de empoderar a las comunidades en áreas propensas a los desastres a prepararse para el futuro y disminuir considerablemente las pérdidas que pueden ocasionarse. Esto puede incluir:
- Capacitar a las personas para que cuiden a los animales durante y después de los desastres
- Desarrollar planes comunitarios de emergencia que incluyan a los animales
- Establecer sistemas de alerta temprana
- Ayudar a las personas a almacenar y proteger alimentos y agua
- Demostrar cómo evacuar a los animales del peligro con seguridad
- Construir, fortalecer y asegurar los refugios de animales
- Ejecutar programas de vacunación
- Divulgar anuncios de servicio público sobre el cuidado de los animales durante los desastres
- Ejecutar e implementar protocolos de emergencia en los gobiernos donde se incluyan a los animales.
Fuentes: