Un hallazgo sorprendente de longevidad: la ballena franca austral puede vivir más de 130 años: al ser los mamíferos más grandes del planeta, siempre fascinaron a la humanidad por sus atributos singulares y su importancia ecológica. Dentro de este grupo, las Balaenidae, como la ballena franca austral (Eubalaena australis) y la ballena franca del Atlántico Norte (Eubalaena glacialis), sobresalen no solo por su tamaño y comportamiento, sino también por un rasgo sorprendente: su permanencia extrema.
Durante muchos años, la real duración de sus vidas estuvo subestimada debido a limitaciones en los mecanismos de investigación y al impacto histórico de la caza industrial. Sin embargo, una reciente investigación liderada por científicos de la Universidad de Alaska Fairbanks (UAF) y dada a conocer en Science Advances develó que las ballenas francas australes pueden vivir más de 130 años.
Este informe no solo posee implicaciones biológicas, al ampliar el conocimiento sobre la vida de los mamíferos marinos, sino que también propone desafíos claves para su conservación. La longevidad es un factor primordial para su éxito reproductivo, pero está profundamente vinculada con amenazas humanas que limitan su supervivencia, en especial en especies críticamente amenazadas como la ballena franca del Atlántico Norte.
Un hallazgo sorprendente de longevidad: la ballena franca austral puede vivir más de 130 años
Según expresó el autor principal del estudio, Greg Breed, profesor asociado de la UAF, en un comunicado de la institución educativa: “Las ballenas del Atlántico Norte tienen una esperanza de vida inusualmente corta en comparación con otras ballenas, pero esto no se debe a diferencias biológicas intrínsecas, y deberían vivir mucho más”.
Las ballenas del Atlántico Norte tienen una mediana de vida de 22 años, afectadas por colisiones con barcos y enmallamientos en artes de pesca (MICHAEL MOORE AND CAROLYN MILLER, WHOI)
El informe fusionó datos de más de 40 años recopilados a través de programas de identificación fotográfica y análisis de marcaje y recaptura, que buscan a individuos específicos de ballenas francas australes y del Atlántico Norte. Estos datos permitieron desarrollar curvas de supervivencia, gráficos que muestran la proporción de individuos que sobreviven a diferentes edades.
En el caso de las ballenas francas australes, el estudio reveló que más del 10% de los ejemplares sobrepasan los 130 años, y algunas estimaciones sugieren que ciertos individuos podrían alcanzar los 150 años. Este hallazgo redefine su esperanza de vida y resalta su capacidad para llegar a edades avanzadas en condiciones óptimas
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Diferencias en la longevidad entre especies
Aunque las ballenas francas del Atlántico Norte y las australes comparten una historia evolutiva cercana, presentan diferencias marcadas en sus patrones de longevidad. La ballena franca austral tiene una mediana de vida estimada de 73.4 años, con un potencial significativo de superar los 130 años en condiciones óptimas.
En cambio, la ballena franca del Atlántico Norte, altamente amenazada, posee una mediana de vida de solo 22 años, y menos del 10% de los individuos alcanzan los 48 años. Según el estudio, estas diferencias no son biológicas, sino que reflejan el impacto directo de las actividades humanas. “Frecuentemente, quedan atrapadas en artes de pesca o son golpeadas por barcos. Además, sufren de inanición, probalemente vinculada a cambios ambientales que aún no comprendemos del todo”, explicó Breed.
Estas amenazas no solo minimizan la longevidad, sino que también afectan la transferencia cultural y de talentos de las ballenas mayores hacia las jóvenes, un aspecto crucial para su supervivencia. “El conocimiento que estos animales transmiten a la siguiente generación no es solo genético, es cultural y conductual. Los individuos mayores enseñan habilidades de supervivencia, y los jóvenes aprenden observando y copiando estrategias”, agregó Breed.