El 2024 marca un hito histórico con la elección de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México. Este triunfo representa no solo un avance para las mujeres mexicanas, sino para toda América Latina. La victoria de Sheinbaum es el resultado de reformas políticas que han impulsado la paridad de género en el país. Sin embargo, aún quedan desafíos significativos, como la violencia contra las mujeres en política. Aunque el progreso es notable, la lucha por la plena igualdad continúa.
En las últimas décadas, México ha avanzado hacia una democracia más inclusiva, pero la ONU advierte que la verdadera paridad en posiciones de liderazgo a nivel mundial podría tardar más de 130 años en lograrse. Además, la violencia política de género sigue siendo una barrera. La elección de Sheinbaum, aunque un paso hacia adelante, subraya que el camino hacia la equidad de género aún está lleno de desafíos.
En términos de participación política, América Latina es líder global en la representación de mujeres en parlamentos, con un 35.8% de mujeres ocupando esos cargos. A pesar de ello, las mujeres aún son una minoría en roles ejecutivos, especialmente en posiciones de poder a nivel local y subnacional.
Este acontecimiento histórico también coincide con la adopción del Pacto por el Futuro por parte de la ONU, una hoja de ruta para acelerar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, destacando la igualdad de género como un factor clave para el éxito global.
Sheinbaum no llega sola a la presidencia. Su ascenso es el reflejo de una lucha colectiva de mujeres que, desde diferentes trincheras, han desafiado las normas establecidas. Su elección abre un nuevo capítulo en la política mexicana, pero también es un recordatorio de que la verdadera democracia paritaria no solo implica llegar al poder, sino también garantizar un entorno seguro y justo para ejercerlo.
Retos medioambientales de Claudia Sheinbaum: Agua, Energía y Desarrollo Sostenible
Claudia Sheinbaum, consciente de la crisis ambiental global y la urgente necesidad de acción en México, ha delineado una ambiciosa agenda medioambiental. Sus principales propuestas abarcan desde la gestión sostenible del agua hasta la transición hacia energías limpias, con un fuerte enfoque en mitigar los efectos del cambio climático.
1. Gestión del agua y Plan Nacional Hídrico
Uno de los pilares de su plan es la implementación de un Plan Nacional Hídrico, destinado a resolver los problemas de escasez y mal manejo de recursos hídricos en varias regiones del país. Este proyecto incluye la construcción de infraestructura para garantizar un acceso seguro y equitativo al agua, con especial atención a zonas rurales y áreas con mayor vulnerabilidad. Además, se centrará en la reducción de pérdidas por fugas y en el fortalecimiento de plantas potabilizadoras y de tratamiento de aguas residuales.
2. Reforestación y conservación de ecosistemas
Sheinbaum tiene como prioridad la reforestación masiva de áreas clave y la preservación de la biodiversidad. Propone restaurar bosques y selvas tropicales para revertir el impacto de la deforestación, uno de los problemas más graves que enfrenta México. La conservación de estos ecosistemas no solo busca proteger la flora y fauna locales, sino también aumentar la capacidad de captura de carbono, una medida crucial en la lucha contra el cambio climático.
3. Energía limpia y renovable
La transición hacia energías limpias es otro de los grandes ejes de su programa. Sheinbaum apuesta por incrementar la inversión en energía solar y eólica, y por acelerar el desarrollo de plantas fotovoltaicas en todo el país. La transición hacia energías renovables es esencial para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
4. Prohibición del fracking y minería a cielo abierto
En su propuesta destaca la eliminación del fracking (fracturación hidráulica) y la minería a cielo abierto, actividades que, aunque lucrativas, tienen impactos devastadores sobre el medio ambiente. El fracking ha sido ampliamente criticado por su consumo intensivo de agua y su contribución a la contaminación de acuíferos, mientras que la minería a cielo abierto destruye vastas áreas de tierra fértil y genera grandes cantidades de desechos tóxicos.
5. Economía circular y reciclaje
Otro de los compromisos importantes es la construcción de plantas de reciclaje y la promoción de un modelo de economía circular, que fomente la reutilización de materiales y reduzca el desperdicio. Esto no solo contribuye a reducir la generación de residuos, sino que también impulsa una industria sostenible en torno al reciclaje y la gestión de recursos.
6. Infraestructura para ciudades sostenibles
La candidata también aboga por el desarrollo de infraestructura verde en las ciudades, con proyectos enfocados en el transporte público limpio, la eficiencia energética en edificaciones y la creación de más áreas verdes urbanas. En ciudades como Ciudad de México, donde Sheinbaum ya ha liderado proyectos de movilidad sustentable, este tipo de políticas ha mostrado resultados alentadores en la reducción de la contaminación y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Las propuestas de Sheinbaum están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, específicamente en las áreas de acción climática, agua limpia, energía accesible y ciudades sostenibles. A través de la colaboración con organismos internacionales y gobiernos locales, busca que México desempeñe un papel más activo en la agenda global para combatir el cambio climático.
Con esta visión integral, Claudia Sheinbaum enfrenta el reto de liderar a México hacia un futuro más sostenible, apostando por la conservación de los recursos naturales y la adopción de tecnologías limpias que no solo beneficien al país, sino que contribuyan al esfuerzo global para mitigar los efectos del cambio climático.
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