Se sabe que el nuevo régimen de inversiones argentino mantiene en vilo a los ambientalistas. Este sistema incrementa la extracción de recursos en los ecosistemas, anulando previos acuerdos para el cuidado del ambiente.
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El Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI)
Todo surge por la Ley Bases aprobada en Argentina, durante el mes de junio de 2024. Es así como se pretende atraer al menos unos 200 millones de dólares, pero a cambio de permitir proyectos forestales, mineros y de hidrocarburos.
Semejante nivel de beneficios nunca se había otorgado en la historia argentina. ¿La razón? Se habla de iniciativas de emergencia, en vista de la negligente labor de gobiernos previos. No obstante, se critica que se sacrifique el medio ambiente para mejorar la economía.
Otra objeción es que se consagra el derecho a destruir recursos naturales. ¿Qué tipo de precedente genera esta circunstancia? Pues, que en el devenir se repita la estrategia de expoliar al ambiente, a cambio de elevar porcentajes e índices económicos.
¿Se busca desarrollar al país?
Esta pregunta es medular, ya que las nuevas leyes pretenden solo atraer empresas extranjeras. Los recursos naturales serían sacados de la Argentina, no invertidos en la nación. En dado caso, lo que quedaría al país son capitales.
Otra crítica es que no se consultó a las provincias. No se hicieron estudios de impacto ambiental, no se entrevistó a las comunidades que resultarían afectadas. Se teme que grupos rurales e indígenas sean desplazados por estas empresas extractoras.
Entre los proyectos por venir están los relacionados con actividades petroleras y gasíferas, como el de Vaca Muerta. Igualmente, la minería en las cordilleras, en la búsqueda de cobre, litio y oro. Toda la geografía del país queda bajo la nueva ley permisiva.
Al no hacerse estudios de impacto ambiental, todo proyecto de extracción tiene solo 45 días para ser revisado. ¿Es tiempo suficiente para evaluar el posible daño al ambiente? ¿Acaso no tendrá peso la premura por aprobar estas actividades y obtener dólares internacionales?
¡Una guerra contra el ambiente!
Los activistas argentinos vociferan que el nuevo gobierno ha declarado una “guerra contra el medio ambiente”. Con la excusa de la fuerte crisis monetaria y la inflación, se están aprobando leyes apuradas, que no reflexionan sobre la realidad ecológica.
Por otra parte, queda una interrogante: ¿una vez que se supere la crisis monetaria: qué tendremos?, ¿Argentina quedará con sus paisajes naturales destruidos? Esta es una cuestión que se debe tasar, ya que el ambiente natural debe quedar para la posteridad.
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¿Qué otras críticas se abanderan contra el nuevo régimen de inversiones argentino? También, se argumenta que es una medida de emergencia, que solo aspira obtener dinero a cambio de permitir expolio de recursos naturales, sin pensar en el futuro sustentable.
Fuente:
El País