El conflicto bélico que asola Siria desde 2011 no solo ha causado una crisis humanitaria, sino que ha devastado una parte significativa de su patrimonio natural. Según un estudio reciente, el país ha perdido 19,3% de su cubierta forestal en solo 9 años, lo que equivale a 63.700 hectáreas, comparables al área metropolitana de Barcelona. La destrucción de los bosques sirios se debe principalmente a dos factores: los bombardeos constantes y el desplazamiento de aproximadamente 6 millones de personas que dependen de la tala de árboles para cocinar y calentarse, ante la falta de acceso a fuentes de energía convencionales.
El estudio, titulado War and Deforestation: Using Remote Sensing and Machine Learning to Identify the War-Induced Deforestation in Syria 2010-2019, fue liderado por Angham Daiyoub, investigadora predoctoral en el CREAF y de origen sirio. Utilizando imágenes satelitales Landsat y PALSAR, los investigadores lograron identificar y analizar la magnitud de la deforestación en zonas boscosas mediante la teledetección y el uso de aprendizaje automático, una herramienta esencial en Siria donde la investigación de campo es casi imposible debido a las condiciones de guerra.
Causas directas de la deforestación
El estudio destaca que las zonas boscosas cercanas a carreteras, campos de refugiados y asentamientos urbanos fueron las más afectadas por la deforestación. Las personas desplazadas, en su lucha diaria por sobrevivir, recurren a la tala de árboles para obtener leña para cocinar y calentar sus hogares, lo que aumenta considerablemente la presión sobre los bosques. Además, la tala de árboles se ha convertido en una actividad económica clandestina, dado que la falta de alternativas laborales ha llevado a muchas personas a vender madera en los mercados locales.
Otro factor que ha exacerbado la situación es la proximidad de los bosques a las vías de comunicación. Según el estudio, la mayoría de las áreas deforestadas se encuentran a menos de 0,5 kilómetros de carreteras, facilitando el acceso a la madera por parte de las comunidades locales y desplazadas. En cambio, las zonas más alejadas de los centros urbanos, entre 12 y 30 kilómetros, han sido menos afectadas.
Impacto de los incendios y los bombardeos
El conflicto armado también ha provocado incendios forestales en las zonas afectadas por bombardeos y explosiones. Según el informe, los incendios han sido responsables del 23,4% de la pérdida de cubierta forestal, afectando principalmente el noroeste del país. Más del 50% de la deforestación ha ocurrido en áreas impactadas por explosivos de alta intensidad, lo que demuestra el devastador efecto de la guerra sobre el medio ambiente. Además, la producción de carbón a partir de la madera y los incendios inducidos por los bombardeos han amplificado la destrucción forestal.
Efectos a largo plazo y el papel de la comunidad internacional
La pérdida de bosques en Siria tiene consecuencias graves a largo plazo. La deforestación no solo afecta la biodiversidad y la capacidad de los ecosistemas para absorber carbono, sino que también empeora la ya precaria situación socioeconómica de las comunidades locales y desplazadas. La dependencia de los recursos naturales aumenta en un contexto donde la inseguridad alimentaria es una preocupación constante.
Antes de la guerra, Siria estaba en un camino de recuperación forestal gracias a programas promovidos por el gobierno. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), en la década anterior al conflicto, el país había logrado un crecimiento positivo de 119.000 hectáreas de masa forestal. Sin embargo, la guerra ha revertido estos logros, creando un panorama desolador para el futuro medioambiental de Siria.
La investigadora Angham Daiyoub hace un llamado urgente a los gobiernos internacionales y locales para que implementen leyes estrictas que protejan los bosques y combatan la tala ilegal, que ha proliferado durante el conflicto. “La preservación y restauración de los bosques es crítica no solo para promover la sostenibilidad ambiental, sino también para garantizar el bienestar de las poblaciones desplazadas y las comunidades locales”, afirma Daiyoub.
El futuro incierto de los bosques sirios
A medida que el conflicto en Siria continúa, la situación de sus bosques se agrava, con efectos que pueden extenderse por décadas. La guerra ha destruido una parte esencial de los ecosistemas del país, que son vitales para el bienestar económico, social y ambiental de la región. La restauración de estas áreas es un desafío monumental que requerirá cooperación internacional, financiamiento, y una intervención firme en la aplicación de leyes ambientales. A largo plazo, la protección de los bosques de Siria será crucial para garantizar la resiliencia de sus comunidades y la sostenibilidad de sus recursos naturales.
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