Cualquier padre haría lo que sea para proteger a su bebé. Lamentablemente, existen tantos accidentes que no se pueden anticipar que incluso cuando los padres creen estar atentos a todo puede haber algo que se les está escapando. Una de estas situaciones imprevistas es el complicado síndrome del torniquete de pelo.
Scott y Jessica Walker son una pareja oriunda de Kansas, Estados Unidos. Una noche no podían calmar a su hija, y al no entender cuál era el motivo de su incontrolable llanto se preocuparon. Resultó que Molly, de 19 semanas de edad, tenía una hebra de cabello enredada alrededor de su dedo del pie. Afortunadamente, Jessica pudo quitársela por su cuenta antes de que el susto resultara en una visita al hospital.
Lo mismo le sucedió a la familia Fricke cuando a su hijo Jacob casi le amputan los dos dedos de los pies por culpa de un mechón de pelo. Los médicos pudieron quitarle el pelo a tiempo, pero el susto que pasó su madre no lo olvidará jamás.
Si nunca habías escuchado hablar de este tema es porque no se le da suficiente difusión, ya que este problema es más común de lo que parece. El cabello es una continuación del cuero cabelludo que es fina y parece sumamente quebradiza, pero una sola hebra es lo suficientemente fuerte como para generar la amputación de una extremidad de un bebe debido a la presión que genera en ella, que hace que se corte la circulación de la sangre.
"Fue una experiencia horrible. Cuando me di cuenta de lo que pasaba vi lo apretada que estaba esta hebra alrededor de los dedos del pie de mi hijo. El cabello que se había enredado alrededor de sus cuatro dedos era mío. Me sentí terrible", dijo Alex en una entrevista.
Cualquier madre o padre sentiría lo mismo, pero ¿cómo saber que algo tan pequeño e inofensivo como un pelo puede causar una herida tan grave?
Luego de varios intentos de quitarle el pelo por su cuenta que terminaron en fracaso, decidió llevar a Ezra al hospital. Una vez allí, los médicos le informaron que si el cabello hubiera permanecido mucho más tiempo su hijo podría haber necesitado que le amputaran los dedos de los pies.
Ahora, su historia se está difundiendo como una advertencia para todos los padres. Si tienes un bebé, recuerda revisar sus manos y pies constantemente para asegurarte de que no haya nada que pueda lastimar sus pequeños dedos.
En definitiva, este síndrome es grave y le puede pasar a cualquiera. Compartiendo esta historia puedes ayudar a salvar a miles de bebés.
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