La selfie, también llamada autofoto en español, es una moda que parece haber llegado para quedarse. De hecho, no hay nadie que hoy en día pueda decir que jamás se hizo una selfie. Y sino, tan solo recuerda la famosa autofoto de los actores de Hollywood que recorrió el mundo.
Sin embargo, uno podría preguntarse: ¿no es raro tener semejante obsesión con fotografiarse a uno mismo? Para echar un poco de luz sobre esto, podemos hablar de lo que el psicoanálisis dice al respecto. O, dicho de otro modo, podemos cuestionarnos qué pensaría Freud sobre las selfies si estuviera vivo para ver el fenómeno.
Las selfies no son nuevas
En primer lugar, es importante hacer una salvedad. Las autofotos han existido siempre. En otra época se llamaban autorretratos, e incluso antes de que existiera la fotografía, ya lo hacían los pintores. Cientos, miles quizá de artistas plásticos han hecho alguna vez un retrato de sí mismos.
Con lo cual, se podría decir que el deseo de autorretratarse y de dejar para la posteridad la propia imagen es algo que siempre ha acompañado al hombre.
Lo único que diferencia a la actitud selfie en esta época es la cantidad. Todos los días, en cualquier sitio, una selfie. En un viaje, en un concierto, en una reunión importante, selfie. ¿No es eso un poco extraño?
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Las selfies y el narcisismo
El narcisismo es el amor desmedido hacia uno mismo, y Freud lo ha analizado mucho. Psicólogos modernos también han estudiado este tema, algunos en relación con las selfies y las redes sociales.
Aparentemente, el narcisismo está en alza. Ha crecido en los últimos tiempos tanto como la obesidad, y eso es mucho. Los estudios recientes señalan que esta tendencia es más notable en hombres que en mujeres, y no parece estar menguando.
Los especialistas explican que muchas de las personas que se sacan fotos permanentemente y las suben todo el tiempo a las redes sociales lo hacen porque sienten un amor desmedido hacia sí mismas.
Pero aunque todos subimos autofotos a nuestras redes sociales de vez en cuando, no todos somos narcisistas, ¿no? Entonces, todavía quedan algunas cosas por explicar.
Las selfies para llamar la atención
Según los psicólogos que analizan el tema, las personas que no son narcisistas pero suben selfies todo el tiempo, se van para el otro lado. Es decir que son muy inseguras y necesitan constantemente la aceptación de los demás. Hoy en día, encuentran esa aceptación en los “likes” de las redes sociales.
Llamar la atención de los demás, hacernos notar, sentir que todo el mundo nos quiere. Esos serían algunos de los verdaderos fines de nuestras autofotos.
Un último consejo de Freud: no te vuelvas un neurótico
En realidad, Freud dijo una vez:
El objetivo del psicoanálisis es aliviar a las personas de su infelicidad neurótica para que puedan ser normalmente infelices"
Y hay pocas cosas que nos vuelvan más neuróticos en este mundo moderno que las redes sociales. Ver selfies de los demás en situaciones perfectas nos genera solo emociones dañinas: envidia, inseguridad y enfado. Nos hace sentir que la vida de cualquiera es mejor que la nuestra. Dicho de otro modo: nos vuelve neuróticos.
¿Hay forma de escapar de eso? Bueno, seguramente ir a terapia puede ser útil, pero mientras tanto, he aquí un consejo: ¡mira menos las redes sociales y disfruta más de la vida!
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