Dry January: ¿cómo un mes sin alcohol puede mejorar tu salud?. Hablamos de una campaña que se creó en Reino Unido en 2013 y llegó a Francia en 2020 gracias a asociaciones que trabajan para combatir la adicción al alcohol.
La iniciativa consta de dejar el alcohol en cuanto suenen las campanadas de Año Nuevo, hasta el 1 de febrero. El objetivo principal no es necesariamente dejar de beber del todo, sino controlar mejor nuestro consumo teniendo en cueanta todos los beneficios que puede aportar. Te explicamos las ventajas de dejar su consumo, tanto a corto como a largo plazo.
Además, fue diseñada para ofrecer a las personas la oportunidad de reflexionar sobre sus hábitos de consumo, potenciar su vitalidad y, a la vez, recaudar fondos para estudios y programas de apoyo vinculados con el abuso del alcohol. Desde su creación, Dry January creció en popularidad y fue adoptado en muchos países en todo el mundo.
También te puede interesar: Según expertos de Harvard: ¿Qué otras dos bebidas son tan sanas como el agua?
La primera semana sin alcohol: nuevo impulso
En cuanto dejas el alcohol a un lado, tu cuerpo empieza a reajustarse. Una de las primeras mejoras perceptibles tiene que ver con la calidad del sueño. Como el alcohol altera los ciclos del sueño, su ausencia permite dormir más profundamente y despertarse con mucha más energía.
En relación a la digestión, dejar el alcohol alivia la irritación gástrica, reduciendo la hinchazón y la acidez. Esto significa que tus digestiones serán menos pesadas. También aumenta tu energía, porque tu cuerpo no tiene que trabajar tanto para eliminar toxinas, lo que hará que te sientas menos cansado.
Tu hígado comienza a regenerarse. Liberado de la carga de procesar el alcohol, inicia un proceso de reparación, y los signos de inflamación empiezan a disminuir gradualmente. En resumen, tu cuerpo empieza a recuperar su equilibrio orgánico y empiezas a sentir los primeros beneficios.
Los beneficios tras un mes de abstinencia
Después de tres semanas sin alcohol, los cambios positivos son evidentes. Al suprimir esta fuente de calorías innecesarias, sobre todo las que contienen bebidas como el vino (unas 120 calorías por copa), se favorece la pérdida de peso, que a menudo se ve reforzado por unos hábitos alimentarios más saludables.
El sistema digestivo también se beneficia. El equilibrio de la microbiota intestinal se restablece, optimizando no sólo la digestión sino también la absorción de nutrientes esenciales. Además, la tensión arterial, a menudo afectada por el consumo de alcohol, comienza a bajar, lo que reduce los riesgos asociados a la hipertensión.
A nivel mental, se siente una lucidez renovada y una mayor capacidad de concentración. Liberado de los efectos perturbadores del alcohol sobre el cerebro, tu mente está más clara y tu productividad aumenta considerablemente.
Los beneficios de la abstinencia total
Adoptar una abstinencia prolongada brinda importantes beneficios para el cuerpo y la mente. Al dejar de beber alcohol, se reduce considerablemente la posibilidad de desarrollar enfermedades graves como ciertos tipos de cáncer, problemas cardiovasculares y daños hepáticos.
Además, el sistema inmunitario, a menudo debilitado por el alcohol, recupera toda su eficacia y se vuelve más fuerte a las infecciones y las inflamaciones. Este enfoque también favorece la transición a un estilo de vida más sano, haciendo hincapié en una dieta equilibrada y una actividad física regular. Cada día que pasa sin alcohol refuerzas tu bienestar general y mejora tu salud en general.