Las cámaras estenopeicas, o cámaras pinhole en inglés, son cámaras de fotos analógicas que funcionan sin pilas y sin automatismos de ningún tipo, y que no tienen ni siquiera lente.
Aunque ahora estemos acostumbrados a las cámaras de fotos digitales, y podamos sacar cuantas fotos querramos y luego borrarlas, la fotografía, en su origen, era un procedimiento muy simple que puedes replicar en tu propia casa.
Lo único imprescindible para fabricar una cámara de fotográfica pinhole, aunque no lo creas, es una caja opaca y un trozo de material sensible a la luz (película o papel fotográfico, principalmente). El lente se suplanta por un pequeño orificio en la caja llamado pinhole o estenopo, del cuál este tipo de cámara recibe su nombre.
Estas cámaras, que no son tan conocidas pero sí muy apreciadas por fotógrafos aficionados y artistas, están lejos de ofrecer imágenes nítidas y perfectas, pero a cambio regalan efectos particulares e irrepetibles con un encanto propio que muchos fotógrafos con cámaras profesionales envidiarían.
Animate a realizar tu propia cámara, ¡y a tomar tus propias fotografías con ella!
Materiales necesarios
- Una caja de cerillas
- Un carrete fotográfico nuevo de 35mm
- Un rollo vacío de 35mm con un poco de película (1cm como mínimo) sobresaliente
- Trozos de cartón delgado, el mismo de la caja del nuevo carrete puede ir bien
- Un palito de helado
- Cinta aislante (es muy importante que sea negra)
- Cinta adhesiva normal
- Una aguja de coser lo más fina posible
- Tijeras
- Un cúter
- Un rotulador indeleble negro
-Una regla
Procedimiento general
1. Separa ambas partes de la caja de cerillas, y en principio quédate sólo con el cajón. Con un regla, ubica su centro exacto, y dibuja un cuadrado de 24 x 24 milímetros en torno a él.
Esa será la superficie del negativo que quedará expuesta a la luz, es decir que con estas medidas, nuestra cámara tomará fotos cuadradas. El formato convencional es de 24 x 36 milímetros, y también puedes hacerlo así.
2. Vuelve a tomar la parte exterior de la caja de cerillas. Busca su centro, y dibuja al rededor de él un cuadrado de un centímetro de lado. Recórtalo.
En la parte exterior de la caja de cerillas buscamos el centro de la caja del mismo modo que hicimos con el cajón. Dibujamos en él un cuadrado central
3. Ahora deberás hacer tu "estenopo" o "pinhole", el orificio extremadamente pequeño por el que pasará la luz. Necesitas un cartón negro y opaco (cuidado con las cartulinas comunes, que muchas veces son traslúcidas), y deberás colocarlo sobre alguna superficie relativamente blanda (como otro cartón o papeles), para perforarlo con mucho cuidado con una aguja fina en el centro. El orificio debe ser lo más fino posible.
Debe verse la luz a través del orificio.
4. Retoma la parte exterior de la caja de cerillas, y ajusta en ella el cartón opaco perforado para que el orificio quede justo en el centro de la caja, es decir en el centro de la abertura que realizamos anteriormente. Pégalo con cinta adhesiva y asegúrate de que todas las juntas queden perfectamente cubiertas para que la luz no pueda pasar por ellas. Eso es absolutamente importante, porque un sólo rayo de luz arruinará la foto. Para cegarla a la luz del todo, pinta la caja por dentro con rotulador negro.
5. Toma un cartón nuevo, que puede ser de la caja del carrete fotográfico que vas a utilizar. Recorta un cartón de unos tres centímetros de lado, y luego dibuja y recorta, en su centro exacto, un cuadrado de medio centímetro de lado.
6. Centra este nuevo cartón en la caja de cerillas, de forma que el recorte que haz hecho quede sobre el pinhole. Pega con cinta adhesiva uno de los lados paralelos al rascador de la caja de fósforos.
7. Cuando unas estas piezas tendrás la cámara propiamente dicha terminada, luego solo quedará colocar el carrete.
8. Necesitarás un carrete o rollo de fotos virgen (nuevo), y debes sacar de él algo de película (aproximadamente dos o tres fotogramas).
Deberás pasar esa película por la caja de cerillas, que estará con el cajón puesto. La película debe ir por debajo del cajón para que esté perfectamente plana.
9. Cuando termines de pasar el carrete nuevo, toma uno viejo para que funcione como lengüeta. Une ambos con un poco de cinta, y tensa la película accionando el carrete vacío.
10. Ya tienes el mecanismo completo. Ahora, solo te falta fabricar un mando para que puedas ir pasando la película. Para hacerlo, corta un trocito de palillo de helado, colócalo en el agujero de bobinado del carrete vacío, y encíntalo.
11. Por último, coge un poco de papel higiénico o gasa y tapona la parte baja de ambos carretes. Con eso lograrás que no se desenrollen en caso de que haya demasiada presión.
Encinta esta parte, ¡y ya tienes tu cámara terminada! Si quieres, puedes realizarle tú mismo una carcasa de cartón para que sea más bonita, y además protegerá mejor la película de la luz.
Ya puedes disfrutar de tu cámara casera. ¡Prueba diferentes tipos de películas y tiempos de exposición para lograr increíbles efectos!