Te presentamos algunas estrategias eficaces que te ayudarán a mantener tu casa acogedora sin depender del uso convencional de energía, preservando también la calidad del aire y evitando riesgos como la intoxicación por monóxido de carbono.

Un buen aislamiento es clave para mantener el calor dentro de la casa. Es fundamental revisar y mejorar el sellado de ventanas y puertas, que son las principales fuentes de corrientes de aire frío. Puedes utilizar burletes o cintas aislantes para cubrir cualquier grieta o espacio por donde pueda entrar el aire.

Colocar papel aluminio detrás de los radiadores o cualquier fuente de calor puede ser una estrategia efectiva para mantener el calor dentro de la habitación. El aluminio refleja el calor de vuelta al espacio, evitando que se pierda a través de las paredes, especialmente si estas son exteriores.

Las cortinas gruesas y las alfombras pueden actuar como aislantes naturales. Durante el día, es recomendable abrir las cortinas para permitir que la luz solar caliente la estancia y cerrarlas por la noche para conservar el calor. Las alfombras, por su parte, ofrecen un aislamiento adicional en los suelos, especialmente si son de materiales fríos como la cerámica o el mármol.

Una de las formas más naturales y efectivas de calentar tu hogar es a través del aprovechamiento de la luz solar. Durante las horas de sol, asegúrate de que las persianas o cortinas estén abiertas para capturar todo el calor posible y ciérralas al caer la tarde para mantener ese calor durante la noche.

Fuente: Japón Alternativo

Mantenerse abrigado personalmente es otra forma de reducir la necesidad de calentar todo el ambiente. El uso de mantas y prendas de abrigo dentro de casa puede permitirte mantener una temperatura confortable sin tener que elevar el termostato.

Para maximizar el calor en las áreas utilizadas, es aconsejable cerrar las puertas de las habitaciones que no se usan. Esto evita que el calor se disipe en espacios no ocupados, haciendo más eficiente el calentamiento de las áreas habitadas.

Evitar tener la calefacción a tope cuando no estás en casa es una forma inteligente de usar la energía de manera eficiente. Utilizar un termostato programable te ayudará a ajustar la temperatura según las necesidades reales y los horarios de ocupación del hogar.

Implementar estas técnicas no solo ayudará a mantener tu casa calentita de una manera más económica y sostenible, sino que también contribuirá a un estilo de vida más saludable y respetuoso con el medio ambiente.

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Fuente: La Nación