Los primeros días de la lactancia la leche desborda. Eso es algo normal y esperable, mientras la producción se regula a lo que necesita el bebé, el cuerpo dice: ¡mejor que sobre y no que falte! Para algunas personas, esto puede ser molesto, ya que se moja y mancha la ropa.
La respuesta del mercado fue inventar unos protectores de algodón y plástico desechables, absorbentes e impermeables. Claro, esto nos ahorra momentos incómodos, pero hay que tener en cuenta que:
- Son de uso único
- No son reciclables
- Al ser de plástico, tardan décadas en degradarse
- Los productos que se utilizan para tratar el algodón no son buenos para la piel
- Son costosos
Si tenemos en cuenta que una persona puede usar, según lo recomendado en los paquetes, de dos a tres por día, por los meses que dure la lactancia podemos imaginarnos la cantidad de basura que estamos generando con un producto que, si bien es cómodo, es innecesario.
Pero entonces, ¿nos cambiamos de remera y ropa interior dos a tres veces por día? Eso seguro que va a usar muchísima agua y energía eléctrica para el lavarropas. ¿Nos quedamos en casa con la ropa de nuestro nacimiento? Si bien dejar que la piel respire es muy bueno, estar encerrados no siempre es posible (y definitivamente no es bueno para la salud mental).
Es simple: lo que hacemos es volver a lo básico. Las personas siempre dieron de mamar a sus bebés, y esta molestia, antes que el mercado de desechables existiera, se resolvía con toallas.
Cómo hacer protectores mamarios en casa
Vas a necesitar:
- Tela de toalla de algodón o bambú, u otra tela de tejido natural, absorbente y que respire
- Aguja e hilo
- Una tela estampada para hacerlos más bonitos (opcional)
- Un vaso (para dibujar círculos fácilmente)
- Lápiz
- Tijera
Pasos a seguir:
1. Toma un vaso cuya circunferencia cubra tanto el pezón como la areola de la persona que lo vaya a utilizar. Unos 8 a 10 cm de diámetro son la medida estándar. Extiende bien la toalla y, con el lápiz, marca círculos sobre ella.
2. Recorta los círculos y júntalos en montones. Cada protector necesita por lo menos 4 capas de toalla, más la tela estampada, si quieres agregarla.
3. Con aguja e hilo, cose los montones por toda la circunferencia.
4. ¡Haz tantos como quieras! Recuerda hacerlos de a pares.
Para utilizarlos:
Los protectores se colocan entre la ropa interior y la piel, sobre los pezones. Cuando se sienten húmedos, se cambian por otros limpios. Los que están usados se pueden lavar a mano y poner a secar al sol o se juntan con las toallas en un ciclo de lavado y secado normal en el lavarropas. Se pueden utilizar una y otra vez y si se rompen, ¡se hacen más y listo!
Son un buen regalo para alguien que está esperando un bebé. Puedes estar seguro de que le serán útiles y los usará mucho tiempo.