Esta miniserie de origen australiano está protagonizada por Isla Fisher (conocida por Now You See Me y Definitivamente, tal vez) y Josh Gad (Artemis Fowl, Avenue 5) quienes se conocen gracias a un desafortunado evento: un choque automovilístico.
Cualquiera reaccionaría de forma agresiva y poco amable ante la persona que se salteó un semáforo en rojo y dejó un auto hecho pedazos. Pero en el caso de Gary, él se siente atraído magnéticamente por aquella mujer desconocida que apareció para calmar el ataque de pánico de su hija tras el accidente.
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Se trata de una producción con un estrecho elenco, donde veremos mucho tres caras: Gary, Mary y la pequeña Emma. De hecho es para destacar la actuación de la joven Ariel Donoghue, quien interpreta a la hija de Gary con serios conflictos emocionales.
La premisa de Wolf Like Me es el aparente “pasado oscuro” de sus protagonistas y el planteo de si es posible volver a enamorarse tras una pérdida importante de pareja.
Es interesante cómo desarrolla que la paternidad (o maternidad) no implica perfección. Tampoco no sentir jamás miedo ni cumplir con el deber de dedicarle la absoluta existencia a los hijos. Muestra a una niña que parece harta de los cuidados excesivos de su papá y que incluso le desagrada escuchar la frase “eres mi mundo entero”, lo cual hace que Emma responda enojada “no tienes una vida”.
En sus ingeniosos y a la vez profundos diálogos Gary y Emma se dan cuenta de lo difícil que es encontrar a alguien con quien dé gusto hablar y que genere una rápida confianza.
Además de su faceta romántica y familiar, la miniserie ofrece también un lado sobrenatural, un poco adelantado en su nombre.