Las costumbres de los grandes tiburones blancos suelen ser misteriosas, pero esta vez sucede algo inusual. Estos dos tiburones han viajado más de 6000 kilómetros juntos: ¿son amigos?
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Los tiburones han sido bautizados como Simon y Jekyll
No existen registros previos de dos tiburones blancos que se desplacen juntos durante tanto tiempo. De hecho, estos grandes escualos suelen ser peces solitarios que rara vez se ven en grupos.
En este caso, se trata de dos tiburones macho. Tienen una edad entre 10 y 15 años, así como una longitud de 2,5 metros. Son grandes, temidos por otros peces y se mueven por la misma ruta.
La mala fama del tiburón blanco deriva del filme “Jaws”(1975), dirigido por Steven Spielberg. Pero, la realidad es que estos peces rara vez atacan a los humanos y suelen alejarse de la gente.
6400 kilómetros nadando juntos
Estos dos tiburones —Simón y Jekyll—han seguido una misma ruta. Fueron marcados hace un tiempo, por lo que pueden ser monitoreados por medio de un satélite que delata sus itinerarios.
¡La gran sorpresa es que siempre se mueven juntos! Jamás se han separado. Tampoco es que están “uno al lado del otro”, pero están en las mismas zonas, como persiguiéndose mutuamente.
Se sabe que los tiburones blancos tienen rutas migratorias, que suelen aparecer en ciertos lugares. Pero, que naden juntos en un mismo patrón de movimientos, es algo jamás visto.
"Si estuvieras conduciendo tu coche, y otro coche estuviera 200 metros detrás de ti todo el camino desde Florida a Nueva York, estáis viajando juntos", dicen los expertos haciendo una comparación.
Algunas hipótesis acerca de estos dos tiburones
Se ha dicho que entre ambos existe una suerte de “amistad”, pero eso es algo poco probable. La amistad es un nexo emocional complejo y ese tipo de relaciones no son propias de los escualos.
También, se ha especulado que ambos “sean hermanos”. Pero, eso no justifica su tendencia a viajar juntos. Cuando los tiburones nacen, lo más común es que se separen las crías casi al nacer.
La teoría que más cobra fuerza tiene que ver con el “mutuo rastro de alimentos”. Los grandes tiburones blancos despedazan a sus presas con los dientes y dejan rastros de carne en el mar.
Se ha visto que otros tiburones se aprovechan de esos restos para comer. Se cree que este par de escualos hacen los mismo. Si uno de ellos captura una presa, el otro se alimenta de los despojos.
En una época donde la crisis climática minimiza la cantidad de peces en los mares, este par de escualos se siguen mutuamente. Esa proximidad les permite alimentarse directa o indirectamente.
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¿Te imaginas a dos grandes tiburones blancos nadando por las mismas rutas? Es un comportamiento recién descubierto en estos grandes depredadores del mar.
Fuente: www.nationalgeographic.es