Si eres amante de las novelas y del cine, seguramente no se te escape el nombre de Jane Austen ya que, pese a que falleció en 1817, sus novelas continúan circulando y manteniéndola en vida sobre todo, en el mundo anglohablante.
Y es que ha sabido quedar perpetuada en el tiempo y ser reconocida como “Jane Austen, escritora de la empatía” debido a que sus novelas están cargadas de emotividad y una manera simple y sencilla de ver la vida y las situaciones.
Para aquellos que disfrutan de las lecturas y las buenas historias en las cuales meterse y viajar a través del tiempo es clave que el escritor relate a puro detalle y sobre todo cuente sucesos en los cuales se puedan sentir representados, así como tener una moraleja; aunque también están quienes disfrutan de la ciencia ficción.
Sin importar el estilo de libros que te guste leer siempre hay algo en común: el amor y el reflejo de las distintas personalidades en algún punto. Y esto es lo que tienen las novelas de Jane Austen.
Y es que para las personas es clave poder encontrar en los personajes de las novelas parecidos con sus realidades, en las que el amor, las risas, el sufrimiento y los secretos se hagan presentes.
Pero, antes de hablar sobre las novelas de Jane Austen, escritora de la empatía, es clave conocer un poco más sobre su propia historia, para entender desde dónde relataba sus cuentos.
Jane Austen: historia de vida
Jane Austen nació el 16 de diciembre de 1775 en una rectoría de Steventon, un pequeño pueblo en Inglaterra, y fue la séptima hija del reverendo George Austen y Cassandra Leigh.
De los seis hermanos, dos pertenecían al clero; uno heredó ricas posesiones de un familiar, y los dos más jóvenes se convirtieron en almirantes de la Marina británica. Ella y su única hermana mujer vivieron mucho tiempo con sus padres y nunca se casaron, algo criticado en la época.
A sus 25 años viajó a Kent para visitar a uno de sus hermanos y quedarse en su mansión y pasó unas vacaciones en Bath, junto a sus tíos, lo que le dio grandes ideas para contextualizar sus futuros libros.
Fue en la década de 1790 donde comenzó a escribir sus primeros borradores de una de sus más famosas y reconocidas novelas, Sentido y Sensibilidad, Orgullo y Prejuicio y Northanger Abbey.
En 1801 su padre se retiró y junto a su madre y su hermana se establecieron en Bath. Durante esos años se fueron de vacaciones a lugares de veraneo de la playa, lo que puede verse reflejado en su libro Persuasión.
Para 1806 la señora Austen y sus hijas se mudaron a Southampton, y luego en 1809 a Chawton. Jane en estos tiempos podía dedicarse a escribir y fue así que entre 1810 y 1817 revisó sus tres primeras novelas y escribió otras tres: Mansfield Park, Emma y Persuasión.
Sin embargo, la joven Jane Austen enfermó en 1816 y, pese a los esfuerzos de su familia para llevarla a Winchester donde le proporcionaron tratamiento médico, no se pudo hacer mucho y falleció a sus 41 años el 18 de julio de 1817. Las causas de su muerte siempre fueron confusas ya que, según biografías elaboradas posteriormente algunos sostenían que fue envenenada, y otros que había padecido de la enfermedad de Addison.
Fue enterrada unos días más tarde en la nave norte de la catedral de Winchester, y en 1967 se añadió una placa conmemorativa en la Poet’s Corner de la abadía de Westminster.
Jane Austen, escritora de la empatía
Ahora que conocemos un poco más sobre su historia y sus vivencias, es claro por qué sus novelas suelen reflejar la nobleza rural inglesa de la época, ya que fue lo que ella misma vio y vivió.
Pese a que las novelas de Jane Austen fueron escritas en otra época, con otros contextos sociales y pensamientos donde, la mujer estaba sometida a los hombres y era sumisa, lo cierto es que esta escritora supo narrar de tal manera que, a pesar que se sientan estas diferencias, las personas empatizan de igual manera y pueden ver más allá de esto.
Las historias de Jane Austen tienen un don: permiten que las personas se identifiquen con los sufrimientos, los deseos y las situaciones de los personajes. El amor, la amistad o las traiciones hacen a los sujetos que las leen vibrar a la par de los personajes.
A Jane Austen, escritora de la empatía, no se le escapaban los entretenidos argumentos para contar las relaciones entre los personajes, ni el uso del ingenio y la ironía que son su estilo. Quizás por eso sus obras nunca han sido descatalogadas por ninguna editorial desde su primera publicación e incluso son adaptadas a obras de teatro, televisión y cine.
¿Pero cómo se logra esta empatía en las personas? En principio es necesario mencionar que cuando se habla de este término, se hace referencia a la habilidad que tiene el cerebro, a partir de la parte emocional, para percibir pensamientos y sentimientos de los demás.
Pero no sólo se trata de comprenderlo, sino también de poder verlo con los ojos de los demás, de sentir esas situaciones como propias y sobre todo, garantizar el apoyo a los otros que lo necesitan, así como entender sus maneras de sentir y comportarse en la vida.
Y esto es un poco lo que se logra en las novelas de la escritora Jane Austen. Tal vez sin quererlo o pensarlo en el momento, su manera de detallar las historias desde sus vivencias, hace que muchos sujetos se vean representados en estas narraciones o, incluso, comprendan el accionar de otras personas.
Así, pese a que como muchas novelas estas tienen finales felices y la vida no es siempre así, el elemento central en estas historias es el amor, lo mismo que pasa en la realidad. Pero no sólo desde el romanticismo, sino entre amistades y familiares.
Es así que en su novela Sentido y sensibilidad, por ejemplo, se puede empatizar con el amor y la lealtad entre las hermanas Dashwood, y la amistad entre hombres y mujeres al presentar la relación entre Emma y Frank Churchill.
En muchas de sus novelas se hacen presentes en los relatos la hipocresía, la avaricia, los prejuicios y la poca solidaridad.
Por ejemplo, en su novela de Mansfield Park, se puede comprender cómo la protagonista Fanny Price, sufre de diversos traumas a causa de su tía Norris, vinculados a su cuerpo, por mencionar alguno. Además, se le hacía creer que el resto de las personas eran mejores que ella y que no merecía nada.
Con este relato muchas personas pueden verse representadas luego de tener que vivir situaciones de bullying, además de tolerar ciertos vínculos familiares. Sin embargo, la protagonista saca fuerzas de su interior y demuestra un carácter fuerte, además de una personalidad honesta y fiel a sus sentimientos.
Lógicamente, también muchos pueden verse representados en esa resiliencia y de tomar fuerzas de las situaciones duras de la vida para poder salir adelante.
Es por esto que, a través de los libros y las historias, las personas pueden ir explorando los diversos sentimientos propios o que muchas veces no pudieron sentir pero que logran conocer a partir de estos relatos.
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Ahora ya conoces por qué es considerada como Jane Austen, escritora de la empatía. Has leído alguna de sus novelas o has visto alguna de las adaptaciones al teatro? ¿Qué otros datos sumarías de sus novelas que te parecen sensibles?
Fuente: La Mente es Maravillosa y Jane Austen Society