La espalda es una parte central de nuestro cuerpo: nos sostiene, permite nuestro movimiento y nos mantiene anclados a la tierra. Está formada por 33 vértebras, sostenidas por un sistema de músculos y ligamentos, que ofrecen flexibilidad y estabilidad. En su centro, las vértebras tienen además un orificio especial donde discurre la médula espinal; aquella a través de la cual el cerebro envía señales a las piernas, brazos y otras áreas del cuerpo.

Es muy frecuente que las tensiones, el estrés y las sobreexigencias hagan que suelan dolernos distintos sitios de la espalda. Además, como las emociones se conectan con los dolores físicos, muchas veces éstos están vinculados con cargas, presiones, problemas de apoyo o inestabilidad. 

Como cada persona es diferente y única, ninguna espalda es igual a otra. Pero existen ciertas características comunes que, aunque no se te había ocurrido pensarlo, pueden estar diciendo mucho más de ti de lo que crees. Averigua aquí cuáles son. 

Espalda con hoyuelos

Tanto hombres como mujeres pueden tener en su espalda los llamados "Hoyuelos de Venus o de Apolo", dos pequeños hundimientos a ambos lados de la columna, a la altura del ciático. 

Si bien a nivel físico, se cree que es una cuestión puramente genética, las personas que los poseen suelen caracterizarse por ser activas, gustar de los deportes o las actividades al aire libre y contagiar de alegría a quienes los rodean. Pero también pueden ser personas sumamente sensibles y difíciles de complacer. 

Espalda curvada hacia delante

Hay muchas personas que, a pesar de no tener problemas en la columna vertebral, caminan con los hombros caídos y la espalda curvada hacia delante. En general se trata de personas muy afligidas, a las que se les dificulta ver el lado positivo de las situaciones por las que tienen que atravesar. Tienden a sentir que todo les resulta demasiado pesado para cargar; y puede que tiendan a ensimismarse y volcarse con tesón a su profesión o carrera, como modo de autoprotegerse. También se destacan por ser personas incondicionales con las que siempre es posible contar. 

Espalda curvada hacia atrás

A quienes la curva que tiene la columna a la altura de la cintura se les destaca de su contorno corporal, tienden a ser personas que buscan destacarse y llamar la atención de quienes lo rodean. Parecen llevarse el mundo por delante, y ser personas muy egocéntricas, pero su postura revela, en lo profundo, una gran inseguridad personal. 

Espalda con adiposidad

Para muchas mujeres y hombres la espalda es un sitio de su cuerpo que no se sienten cómodos de mostrar en público porque les resulta muy difícil terminar con la adiposidad que rodea su contorno y pliega su piel. En general, estas personas suelen ser tímidas, y a llevar un gran vacío en su interior que es preciso trabajar. Pero, también, se caracterizan por ser de las más sinceras y cariñosas que existen. 

Columna en relieve

Hay algunas personas a las cuales la columna se les hace visible y forma un relieve en su espalda. Por lo general, se ellas se caracterizan por ser personas obsesivas que tienden a buscar la perfección y tener en cuenta hasta el más mínimo detalle. Pueden enfocarse con demasiado esmero en el trabajo, la actividad física o cualquier otra actividad. Además, suelen ser muy transparentes, y decir lo que piensan sin temor al qué dirán. 

Columna hundida

Quienes tienen en su espalda un leve hundimiento que forma una línea que recorre el largo de la columna, se caracterizan por ser personas de una gran profundidad emocional. Sensibles, compañeras y cariñosas, tienen una capacidad inmensa de sentir amor; aunque a menudo pueden excederse y olvidarse que, antes que los demás, son ellas quienes deben amarse con tanta ternura. 

Hombros muy anchos o muy pequeños

Si bien los hombros y la espalda se modifican al hacer ejercicio físico, existen ciertos rasgos del cuerpo a los que tendemos más allá de cualquier actividad que podamos hacer para hacer visible un cambio. En el caso de las personas que tienen los hombros más anchos que el resto de su espalda, suelen caracterizarse por ser protectores, seguros y poseer una gran capacidad para apoyar a quienes están pasando un mal momento; pero deben regularlo para que ese rol no sea excesivo y se vuelva sobre ellos mismos. 

Quienes los hombros muy pequeños, del mismo ancho que el resto de la espalda, suelen caracterizarse por ser soñadores y buscadores acérrimos de utopías, aunque a menudo pueden parecer un poco infantiles o inmaduros a la hora de concretar proyectos concretos. 

¿Qué tipo de espalda tienes tú?