En las ciudades, el gasto de energía eléctrica (que tiene a veces un gran costo y además puede ser contaminante, dependiendo de la fuente con la que esté producida), es un gran problema. Otro tema muy habitual es que los habitantes no tienen tiempo para dedicarle a su salud, por ejemplo, haciendo actividad física. 

Estas dos situaciones podrían solucionarse al mismo tiempo con este invento: una bicicleta que en una hora de ejercicio produce suficiente energía para alimentar durante 24 horas un hogar.

Su creador es el Manoj Bhargava, un empresario hindú famoso por haber creado una bebida energizante, pero que ahora busca impulsar un proyecto solidario con este invento.

La bicicleta transforma la energía cinética que produce el pedaleo del ejercicio en energía eléctrica, y la cantidad de energía producida por hora es equivalente al gasto energético de un hogar promedio.

Según su creador, esto podría servir para que millones de personas sin acceso a la electricidad pudieran utilizarla. También afirmó que, si los ciudadanos se turnaran para mantenerla todo el día funcionando, la bicicleta podría proveer de electricidad a un barrio pequeño.

Ésta no es la única iniciativa en el mundo que promueve utilizar la energía producida por las personas cuando realizan ejercicio en bicicletas fijas para obtener energía eléctrica.

Existen, por ejemplo, gimnasios que producen energía eléctrica con los aparatos de ejercicio para auto-abastecerse. Algunos de ellos son públicos y al aire libre, como los que existen en Inglaterra. De ese modo, la energía que las personas producimos no solo puede aprovecharse para generar luz, sino que reduce el uso de los sistemas que contaminan las ciudades.

También, en Brasil algunos presos reducen sus condenas pedaleando para generar electricidad para el alumbrado de la ciudad, y en algunos países existen discotecas que aprovechan los pasos de baile para energizar el local. En otras ciudades, los peatones generan electricidad al caminar por sus veredas y calles.

En Buenos Aires, Argentina, existen algunas bicicletas fijas instaladas en parques, de uso gratuito, que permiten cargar el celular mientras se pedalea, utilizando esa energía.

Todas estas ideas son formas ingeniosas de buscar que las diferentes actividades que las personas realizamos en las ciudades sean cada día más sustentables, es decir, menos contaminantes, y más beneficiosas para todos; tanto para quien la realiza como para sus vecinos.

Caminar o ejercitarse son actividades que generan energía. Los desechos orgánicos, incluso el estiércol de los animales, pueden transformarse también en fuentes de energía renovable. Y el sol regala al planeta energía, que puede aprovecharse cada vez de manera más eficiente, por ejemplo con globos solares o células fotovoltaicas impresas en papel.

Con todo esto, no existen razones para no adoptar, cada día, nuevos hábitos sustentables que reduzcan los daños al medio ambiente que se generan para producir energía eléctrica.