En Internet circulan muchas historias, y no debemos asustarnos por ellas. La verdad, no es bueno dejarnos llevar por rumores ni mucho menos entrar en pánico. Pero lo que sí podemos hacer es utilizar esas noticias para detenernos a pensar: ¿qué situaciones pueden ponernos en peligro? ¿Cuál es la forma prudente de reaccionar a ellas?
Un día, una mujer salía de su trabajo y, dirigiéndose al estacionamiento, al momento de llegar hasta su auto, notó que había algo sobre su parabrisas.
El objeto no era suyo, nunca lo había visto en su vida: era una camisa. La mujer subió apresuradamente a su coche sin quitar la prenda del lugar, presintiendo algo extraño en la situación.
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Al arrancar el coche, notó inmediatamente que la estaban siguiendo, pero no se detuvo hasta llegar a un lugar en el que estaba rodeada de mucha gente y se sintió más segura. ¿Por qué la mujer se sintió tan amenazada por una camisa?
Al llegar a su casa y avisar a la policía, los agentes le informaron que éste se trataba de un nuevo método de robo. Funciona así: cuando la persona se percata de la prenda de vestir atada al auto, se toma su tiempo para desamarrarla. En este momento, cuando la persona se encuentra de pie, los delincuentes aprovechan para acercarse y cometer los crímenes.
Este método de atraco ha sido reportado en Estados Unidos, México, Argentina y España.
Luego de estar varios días bajo vigilancia, la chica decidió dar a conocer su historia, esperando que las personas que llegaran a conocerla estuvieran enteradas de esta nueva forma de cometer delitos y tomaran sus precauciones.
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La difusión de este tipo de historias no tiene sentido si es simplemente para generar miedo, pero podemos utilizarlas para pensar algunos recaudos útiles a la hora de mantenernos seguros en la ciudad:
- No tocar elementos que no tenemos seguridad de dónde provienen.
- No conformarse con la primera explicación que se nos ocurre, cuando vemos algo raro.
- Recordar que nuestra propia seguridad y la de nuestra familia siempre es más importante que los objetos materiales.
La intención no es causar alarmas, sino informar de una práctica que puede resultar peligrosa, pero es muy fácil de prevenir si se procede correctamente.
La idea no es que entres en pánico si por alguna razón ves algo sospechoso, pero siempre es bueno mantenerse informado y alerta.