Losnexos entre la inteligencia emocional y el mal humor han sido ampliamente documentados,varios estudios apuntan a que las emociones negativas causan mayor impacto quelas positivas.
Segúnun estudio de la Universidad de Amsterdam,las malas emociones, los malos padres yla mala retroalimentación tienen más impacto que los buenos, y la malainformación se procesa más a fondo que la buena. El yo está más motivado paraevitar malas autodefiniciones que para perseguir las buenas.
Lasmalas impresiones y los malos estereotipos son más rápidos de formar y másresistentes al cambio que los buenos.
¿Cómo afrontar el mal humor?
Segúnla Universidad de Harvard, estas sonalgunas recomendaciones para encarar el mal humor:
1. Utiliza la respiración
Larespiración puede ayudarte a lograr una condición fisiológica llamada coherencia, lo que conduce a mejorar laclaridad mental, el enfoque, la estabilidad emocional y la toma de decisiones.Durante la coherencia, las ramas simpática (aceleración) y parasimpática(ralentización) del sistema nervioso autónomo están trabajando en reciprocidad.
2. Activa el sentimiento positivo
Con la respiración controlada, comienza a concentrarte en una persona, lugar o cosa que realmente aprecias y / o estás agradecido. Asegúrate de reactivar los sentimientos reales que provocan en ti. Considera el uso de señales visuales y táctiles (por ejemplo fotografías, dibujos, objetos especiales, cartas) y estímulos externos como la naturaleza y la música para profundizar el sentimiento.
3. Replantea el pensamiento
A continuación, hazte una o más preguntas para evaluar tu pensamiento actual y te ayudará a decidir si diferentes pensamientos pueden ser más beneficiosos en tu situación. Aquí hay algunas sugerencias:
- ¿Qué otra opción es posible aquí?
- ¿Cuál es la oportunidad en esta situación?
- ¿Qué realmente importa en este momento?
El sueño también afecta el humor
Despuésde una noche de insomnio, puedes estar más irritable, de mal genio y vulnerableal estrés. Una vez que duermes bien, tu estado de ánimo a menudo vuelve a lanormalidad.Losestudios han demostrado que incluso la privación parcial del sueño tiene unefecto significativo sobre el estado de ánimo.
Investigadoresde la Universidad de Pensilvaniaencontraron que los sujetos que estaban limitados a sólo 4,5 horas de sueño pornoche durante una semana informaron sentirse más estresados, enojados, tristes y mentalmente agotados. Cuandolos sujetos reanudaron el sueño normal, informaron de una dramática mejora delestado de ánimo.