Nathy Peluso (Natalia Peluso) nacida en Luján, Argentina, 1995 contó en una entrevista que de pequeña solía practicar gimnasia rítmica. Lo hizo durante nueve años. Ella cargaba con un presión enorme a sus espaldas, ya que las profesoras siempre se quejaban de que, con el peso que tenía, no llegaría muy lejos. De repente, miró a la cámara y dijo orgullosa: “La gorda tá triunfando, mami”. “A mí siempre me gustó estudiar el movimiento, y uno de ellos era la gimnasia rítmica. La cinta me encantaba”, explicaba, justo antes de añadir que había estudiado teatro físico.
Indudablemente, su personalidad y seguridad es contundente. También hizo referencia a sus dientres: "Cuanto más me exijan que me arregle los dientes menos me los voy a arreglar, van a tener que lidiar con mis dientes torcidos toda su vida, vayan a darse un masaje", decía en una nota.
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Hace tiempo que la artista argentina dejó de preocuparse en demasiado por su silueta. “Me gusta cada parte de mi cuerpo tal y como es”, decía hace poco más de dos años en una revista femenina. Luego de debutar Calambre, la hermana de la rapera Sofía Gabanna volvió al programa de Broncano con sus uñas infinitas, una camiseta de Dior y una actitud “tremendamente sexy”.
Ya llevaba sus carnosos labios glossy en tonos tierra, pero aún no se había puesto el lente azul sobre su ojo izquierdo (de naturaleza marrón, igual que el derecho) para entrar en su etapa heterocroma. Y hablaba de sus preferencias en la vida. En este orden: comer, música y amor/sexo. Recomendaba que, si se uniesen las tres cosas en un mismo momento, lo haría con su propia canción Delito.
Nathy y su gran placer en la vida, la comida: “Es algo que me aporta satisfacción continuamente”, y contó que algunos de sus menús predilectos son: ensalada rusa, gazpacho, croquetas, lentejas… “El jamoncito, mi amor, el jamoncito” y, cómo no, la milanesa con puré de papas de su madre.
Celebra sus largas uñas, en las que estaba escrito en rojo Nasty Girl, con las que podía hacer absolutamente todo, hasta ponerse los aros. “Es un reto que conseguí. Pero son tan hermosas que me compensa hacer el esfuerzo”. Mencionó también el proceso de creación de Calambre, un disco en el que quería mostrar el orgullo de estar en donde está, con sus ansias de pelear y con sus heridas a la vista.
A Nathy le gustan los volúmenes de las telas sobre su cuerpo y hace tiempo que abandonó el romanticismo en busca de una personalidad propia, si es con bling bling (los llevaba en unas uñas infinitas que ya son signo de toda una generación). “Yo no me pongo pestañas, casi siempre intento ni pintármelas”, expresó. Su maquillador Sandro Igon, no parecía contento ante semejante declaración de intenciones, aunque le tocaba ceder.
“Me gusta jugar con la balanza de lo que se considera femenino a veces. Me gusta jugar con lo que no se espera del maquillaje, es divertido”
BODY POSITIVE
La cantante celebra todas las curvas de su cuerpo, toda la celulitis, sus muslos, sus labios, sus uñas y su cintura fina. Ella entendió que solo hay una vida y que cada uno somos estrella de la nuestra. “Ser sinvergüenza es algo precioso, porque la vergüenza te limita un montón. A mí me encanta serlo e invito a mucha gente a divertirse, a restarle peso a las cosas, a utilizar la ironía tan necesaria en la vida... Sino, viviríamos muy preocupados”
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“Me diría a mí misma ‘qué bien, Nathy, siempre haces lo que te sale del corazón. Qué gran ejemplo de superación para ti misma’. ¿Sabes qué? Creo que soy una gran amiga para mí misma. Siempre me acompañé, me escuché y me alenté en lo que yo quería conseguir, y lo estoy haciendo. Mi reflexión es ‘sigue así’, porque esa es la manera de conseguir lo que quieras: proyectar, creer de verdad y trabajar duro para conseguir esas metas. Y seguir fiel a lo que me representa sin perder el norte, claro”.
Fuente: Vogue.