Estamos acostumbrados a un modo de vida en que el "no tener" ciertas cosas o, su contrario, "tener mucho", dice mucho de alguien, y según nos hacemos la idea, incluso de felicidad.
"No siempre fui minimalista. Yo solía comprar muchas cosas, creyendo que todas esas posesiones aumentarían mi autoestima y llevarían a una vida más feliz. Me encantaba coleccionar un montón de cosas inútiles, y no podía tirar nada", dice Fumio y agrega: "Algunos de ustedes pueden pensar que soy un perdedor: un adulto soltero sin mucho dinero. El viejo yo habría sido demasiado avergonzado para admitir todo esto. Estaba lleno de orgullo inútil. Pero honestamente ya no me importan esas cosas. La razón es muy simple: soy perfectamente feliz tal como soy".
Ahora trabaja como editor en una editorial y asegura que sin tantas cosas alrededor ha comenzado a entender que la felicidad no es el consumo, sino algo muy profundo que está en camino de descubrir.
¿Qué es el minimalismo?
Es una filosofía de vida, que se originó en la arquitectura, pero se ha expandido a muchos ámbitos diferentes. Busca deshacerse físicamente de todo lo que no es esencial, para poder ver y entender el mundo desde un punto de vista más humano, menos material y prejuicioso.
Al quitar lo que bloquea o aprisiona el pensamiento, provoca mayor amplitud, ligereza y espacio para ir en busca de la realización personal. Se enfoca en simplificar para liberar el tiempo, el dinero y las energías enfocándolas en lo que realmente tenga un sentido.
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