Hace poco esta imagen comenzó a dar la vuelta por Internet. Es el progreso de seis años encapsulado en dos fotografías, la muestra de que no se trata de ser un genio, sino de ir poco a poco, aprendiendo cada día y mejorar junto a nuestro trabajo. Mientras la primera fotografía tiene tres planos en los que distintos colores demuestran que es un buen trabajo para un niño de su edad, la segunda fotografía es una verdadera obra de arte. La dedicación y atención es casi táctil y cada edificio demuestra un detalle impresionante.
Por su parte, la artista digital Floortjes también demuestra que incluso al dominar el arte, las cosas buenas toman tiempo. Ella seguramente comenzó como ese niño, dibujando lo que sabía y poco a poco fue aprendiendo una técnica que ha perfeccionado para que hoy sea reconocida a nivel mundial.
La artista holandesa demuestra que incluso dominando la técnica, el detalle es importante. Ella puede dibujar un rostro en pocos segundos, pero su técnica hiperrealista está llena de pequeños detalles y sombreados que hacen que sólo dibujar unos labios de forma espectacular le tome 20 minutos.
Además, la artista deja claro que tenemos muchas concepciones del dibujo que son erróneas. Su cuenta de Instagram tiene distintos tutoriales en los que explica cómo debemos pasar suaves trazos en lugar de hacer una gran línea esperando tener éxito en el primer intento. Esto sirve como una metáfora del trabajo final, no se puede hacer todo perfecto a la primera, incluso en lo más sencillo se trata de hacerlo repetidamente hasta que algo bueno surja.
Sus imágenes son el reflejo del esfuerzo y la dedicación. Tal vez ahora le cueste 30 minutos dibujar una pluma con texturas hiperrealistas, pero llegar a dominar el arte para hacerlo en lo que parece muy poco tiempo es algo que en realidad le tomó años lograr. Cada trazo que logra a la perfección tiene un pasado, cada sombra dibujada con el perfecto tono es el resultado de muchas sombras mal aplicadas en el pasado.
El trabajo de un artista puede parecer simple, pero nunca subestimes todo lo que esa persona tuvo que pasar para que pueda diseñar algo con tal rapidez. Se cree que si lo hacen en poco tiempo, debe ser barato, pero nunca encontrarás a alguien que tome en serio su trabajo y acepte un precio que menosprecie lo que hace.