Cuando la inglesa Frances Gillet nació en 1941, los médicos les dijeron a sus padres que viviría como mucho 20 años. Es que Francis había nacido con trisomía 21, más comúnmente conocido como Síndrome de Down. En esa época, la esperanza de vida promedio para estos niños era de solo 9 años.
A pesar del pronóstico y del desafío que significaba cuidar de un hijo con Síndrome de Down contando con escasa información, sus padres cuidaron de Frances con amor y buscando las mejores opciones de educación, cuidados y tratamiento para ella.
Hace más de 20 años que sus padres murieron, pero el amor dio sus frutos: Frances cumplió 75 años y es la mujer con Síndrome de Down que alcanzó más edad.
Afortunadamente, desde 1941 hasta ahora las expectativas de edad y calidad de vida para las personas con trisomía 21 han cambiado y hoy, muchos de ellos llegan a los 50, 60 o más años de edad. Van a la escuela, trabajan y cada vez más se integran a la sociedad gracias a la toma de conciencia sobre que todos somos diferentes y especiales, pero tenemos los mismos derechos a una vida plena y feliz que contemple nuestras condiciones.
Sin embargo, Frances se convirtió en toda una luchadora y una celebridad entre sus seres queridos porque superó el cáncer de mama (que contrajo a los 40 años) y la tuberculosis, que la atacó a los 60 y la dejó durante 6 meses en la cama. En ambos casos, tal como cuando nació, los médicos dijeron que su vida duraría poco tiempo más. Pero en ambas ocasiones ella desafió a la ciencia y demostró que sus ganas de seguir viviendo eran más fuertes.
Sus padres se aseguraron de dejarla en buena compañía hasta el final de su vida, así que ella celebró sus 75 años en la residencia de Ely, Inglaterra, en la que vive. Sus amigos y quienes cuidan de ellos celebraron una fiesta sorpresa para ella.
Esta historia nos recuerda también a la de Pablo, un joven con Síndrome de Down que fue adoptado por su maestra cuando quedó huérfano, y a la historia de superación de Sara Marín, que ganó 5 medallas en los Trisoma Games.
Este conmovedor video de la campaña Down España demuestra que la relación entre los niños con y sin trisonomía 21 y sus madres es siempre igual de especial: