Dicen que detrás de cada situación difícil que se nos presenta en la vida, hay una enseñanza y, con ella, una oportunidad. Fue así como comenzó esta historia.

Luego de la muerte de su mamá, Jerónimo Chemes sintió  que tenía que hacer algo bueno con todo el dolor que le generaba. Algo dentro suyo hizo que cargara su camioneta y viajara a la provincia argentina de Chaco para repartir donaciones casa por casa en el Impenetrable, una gran región de bosque nativo que tiene más de 40 000 km² y a la que es muy difícil acceder. 

Pero en ese viaje, Jerónimo se desmayó y casi muere. Nuevamente, una oportunidad se le presentó a su puerta y él volvió a tomarla. Así fue como, al llegar de vuelta a Buenos Aires, pensó que tenía que interpretar eso como un mensaje y decidió crear "La Chata Solidaria".

"La Chata Solidaria es una organización de 11 amigos, más dos que se integran ahora, que se dedica ayudar a la gente más abandonada y en peor estado dentro del Impenetrable Chaqueño, ayudando casa por casa sin intermediarios, entregando donaciones", explica Jero. 

En cada viaje, entre 6 y 8 de ellos recorren 3 mil kilómetros de asfalto y entre 500 y mil kilómetros abriendo camino con las camionetas. En medio de la selva, se encuentran con personas en una pobreza ya "histórica", como cuenta Jero, y se produce entre ellos un encuentro "brutal", "... porque estás encontrando a una persona que no vive la misma realidad que vos"explica. 

Desde la Chata, no sólo juntan donaciones; también ayuda a escuelas (asistiendo con útiles escolares, alimentos y calzado; y mejorando la situación edilicia); y brindan ayuda médica, a través de la colaboración de profesionales voluntarios.

"Lo hacemos porque así lo sentimos. Queremos mostrar a la sociedad que sin ningún tipo de conocimiento especial y sólo aplicando el sentido común para organizar todo, administrar los gastos, manejar y animarse a entrar a lugares donde los demás no se atreven, se puede hacer una gran obra. Para ello no necesitamos de ningún equipamiento especial, entrenamiento, tecnología de avanzada, o estructura descomunal. Solo sentido común y valentía", explican ellos desde su sitio web.

La realidad del impenetrable

"La deforestación en la zona es pavorosa, el monte chaqueño se está quedando sin árboles y vamos camino a que sea un desierto en 20 ó 30 años", explica Jero. 

La realidad es que allí, según se calcula, entre 2007 y 2014, se perdieron alrededor de 5 millones de hectáreas; y, en los primeros ocho meses de 2016, en Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco, se desmontaron 60.188 hectáreas para realizar desarrollos agropecuarios; muchas de ellas, de forma ilegal.

Allí viven comunidades originarias en disputa por sus tierras. "Las personas se quieren quedar en el Impenetrable, están en absoluto equilibrio con el ecosistema que los rodea, porque toman del ambiente lo que necesitan. Los pocos que se van se van a los pueblos que están cerca de ruta 16 donde son maltratados y después vuelven al monte", explica Jero. 





¿Cómo ayudar? 
 
Podés acercar a los puntos detallados más arriba: alimentos, calzados y juguetes. O donar dinero a través de la página web

¡Sumate vos también al viaje solidario!