Con alrededor de 600 km de largo y una superficie de hielo de un espesor de casi 2 metros, el Lago Baikal, al sur de la Siberia rusa, es el más profundo, limpio y maravilloso de la Tierra. 

Una fotógrafa rusa, llamada Kristina Makeeva, viajó allí y tomó una serie de fotografías fascinantes de éste, uno de los lugares más bellos del mundo.

El lago tiene una profundidad aproximada de 1642 metros y contiene, nada más y nada menos que el 20% de las aguas continentales dulces del planeta. Esto quiere decir que, si se extendiera toda esa agua sobre la superficie de la Tierra, ésta quedaría cubierta por 20 centímetros de agua. Además, se estima que si toda la población mundial solo bebiera agua de este lago, podría vivir 40 años sin ningún problema.

Al congelarse en cada capa, el agua forma figuras en el hielo que dejan entrever peces o ramas por su transparencia; de hecho, por la claridad de sus aguas es posible ver hasta a 40 metros de profundidad. Pero este hielo se raja y divide en diferentes zonas constantemente.

Este lago, además, es el más antiguo que se conoce, con cerca de 25 millones de años. Tiempo atrás incluso fue considerado un sitio sagrado por los asiáticos y, aun hoy sus aguas se usan para fines médicos.

A pesar de en invierno, la temperatura en el lago puede alcanzar los 45 grados bajo cero, ése es el hogar de 1.600 géneros de animales y 800 vegetales, por lo cual además resguarda un verdadero tesoro natural.

Un monumento natural para volver a valorar la belleza de nuestro mundo.