Hoy en día, la figura femenina es muy diferente a la de hace unos años atrás. Se ven chicas empoderadas, que no dependen de un hombre, que trabajan y saben hacer de todo. Pero, Leaha Ureel, de 22 años, siente que no encaja con aquel estereotipo, y ella solo quiere ser atendida por su esposo.
“No saldría con alguien que no pague las cuentas de la cena ni sirva el vino. Es una ‘bandera roja’ si no dan propina a la camarera o si se visten de forma inferior”.
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A pesar de su corta edad, tiene muy en claro cuál es su objetivo de vida: ser ama de casa. Aunque muchas chicas como ella quieren viajar por el mundo, trabajar en una importante compañía y generar independencia, la chica de Londres, Inglaterra, solo quiere un esposo que la consienta.
Leaha se dio cuenta de cuál era su deseo en esta vida al terminar la universidad. No quería trabajar, solo quería estar en casa, por lo que necesitaba un novio que estuviese a esa altura de sus expectativas.
Tiempo atrás de casarse, ya mantenía una relación con Alan, su actual esposo. Pero su relación se rompió luego de que confesara que no tenía dinero para mantenerla y satisfacer las necesidades de ambos. Pocos meses más tarde, el joven regresó arrepentido y se comprometió a pagar él las cuentas, siempre atenderla, llevarla a comer y servirle su vino. Todo un caballero para Leaha.
"Dió un paso adelante, ahora me lleva a citas al menos dos veces a la semana. Siempre paga y saca mi silla por mí. Me abre las puertas, o sirve mi vino. Lo hace sin preguntar. Es un verdadero caballero”.
Luego de que esto sucediera y volvieron a estar en pareja, Leaha se convenció de que era hora de casarse con él. Hoy ambos viven un feliz matrimonio, donde él sale a trabajar y ella se queda en casa cocinando, y cuidando de las mascotas, tal como ella esperaba vivir su vida perfecta.
“Es como ser una madre que se queda en casa, solo que sin los niños (…) Ahora salgo a pasear con los perros y paso mucho tiempo cocinando. Podemos viajar y Alan es flexible con su trabajo para que podamos ir a tomar un café durante el día. No me avergüenza ser una esposa que se queda en casa”.
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Leaha sostiene que si un hombre no cumple dichas expectativas, no sería un buen novio para ella. Debe atenderla, vestir bien y siempre pagar las cenas.
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Fuente: UPSOCL.