La ciudad de Grenoble, hermosa capital de los Alpes franceses, tuvo recientemente una divertida idea para hacer más feliz a su población mediante una iniciativa cultural. Instalaron "dispensers de literatura", dispositivos que permiten a sus habitantes indicar con cuánto tiempo libre cuentan y les regalan un texto literario que podrían leer en esos minutos.
El dispenser se instala en espacios públicos, como parques, pero también en lugares en los que las personas tienen que esperar y a veces no saben qué hacer con su tiempo, como las dependencias públicas en las que se realizan trámites.
El espíritu de la propuesta es promover la literatura como una manera alternativa al teléfono celular de aprovechar el tiempo que se utiliza haciendo filas o esperando un turno en un banco, un hospital o una oficina estatal.
El Alcalde de Grenoble, Eric Piolle, que pertenece al partido ecologista, promueve esta iniciativa junto con Short Edition, que creó el dispositivo.
Tanto los cuentos como los dispensers son gratuitos, y por ahora habrá, en total, ocho máquinas por toda la ciudad. Estarán ubicadas en el ayuntamiento, en la oficina de turismo, en bibliotecas y en centros sociales.
El gobierno de Grenoble cree que esta iniciativa tiene dos beneficios para sus ciudadanos: por un lado, difunde la cultura y promueve la lectura, ya que se distribuyen gratuitamente piezas de literatura, que pueden ser clásicas o contemporáneas; y por otro, alientan a los ciudadanos a no utilizar tanto sus teléfonos celulares, y pensar en otras formas de aprovechar el tiempo.
El servicio es gratuito, y el texto se adecua al tiempo que disponga el usuario para invertir en la lectura. Si indica que tiene tres minutos, el formato de su relato será de 8 centímetros de ancho y 60 de largo, y si cuenta con cinco, del doble.
El proyecto no tiene fines de lucro, sino que el objetivo es simplificar a los ciudadanos el acceso a la cultura y, simplemente, hacerlos más felices.