Las recientes inundaciones en Houston, Texas han desplazado tanto a personas como animales. Específicamente, a las hormigas de fuego, que durante las lluvias fuertes crean “balsas” con sus propios cuerpos para proteger a su reina.
Aunque su nombre científico es solenopsis invicta, se les conoce por el nombre común de hormigas rojas, o de fuego, en referencia a su color rojo y fuerte picadura que causa gran dolor y picazón. Son una especia agresiva que ha llegado a atacar mascotas y ganado.
Según lo explican entomólogos, esta especie vive en colonias que pueden llegar a estar formadas por 100.000 hormigas. Cuando llueve, se organizan en “balsas” de tal manera que crean bolsas de aire. De esta manera, aquellas en el fondo logran sobrevivir incluso sumergidas. Ese comportamiento de supervivencia es normal, pero tras el huracán ha llamado la atención de muchos y así se ha viralizado.
Mientras están a flote se comen a sus crías hasta llegar de nuevo a tierra firme, donde se establecen en una nueva colonia y resumen su dieta normal. Pueden sobrevivir así por semanas, incluso durante un huracán como Harvey.
Estas balsas forman un material que nunca se hunde, incluso cuando la empujan hacia abajo. Esta cualidad les interesa a los expertos: si logran imitar esta característica tan particular podría ser un avance importante en la ingeniería.