La cantidad de horas que dedicamos a dormir es muy importante. Para personas de edad media, entre 7 y 9 hs. es el tiempo de sueño ideal. Sin embargo, hay un factor que es tanto o más importante: la calidad del sueño.
Dormir bien es fundamental, porque el sueño afecta todo nuestro organismo. Si bien son muchos los factores que influyen a la hora de tener un sueño largo y reparador, uno muy importante es el espacio.
Nuestra habitación es el lugar destinado para el descanso, y hay algunos cambios que puedes hacer en ella que te ayudarán a aprovechar mejor las horas que pasas durmiendo.
Mantén el cuarto ordenado
Tu habitación es como tu santuario personal. Deberías sentirte relajado solamente pensando en ella. Por eso, es importante mantener siempre el espacio ordenado.
Las pilas de ropa para planchar, los papeles de trabajo del día, o la taza de té deben quedar afuera de la habitación. Puede que te parezca exagerado, pero el desorden a tu alrededor es algo que estresa y, por ende, que no ayuda a dormir.
Haz la cama cuando te levantas
Sí, realizar tareas domésticas a primera hora, aunque sólo sea tender la cama, puede ser un fastidio. Sin embargo, piensa a futuro... ¿No es hermoso terminar un largo día, llegar a tu habitación, y que la cama te esté esperando ordenada?
Además, según la Fundación Nacional del Sueño, quienes tienden la cama por la mañana se sienten más a gusto cuando descansan.
Como si fuera poco, es un hábito que puede ser disparador. Automatizar esa pequeña tarea todos los días puede llevarte a ir cada vez por objetivos más grandes.
Duerme con los elementos adecuados
Sábanas limpias, un buen colchón, y una almohada que se adapte a tus necesidades: la santísima trinidad del buen dormir. No escatimes en la compra de estos elementos, pues la diferencia que hacen a la hora de dormir es enorme.
Sin embargo, tampoco te dejes engañar: elige de acuerdo a tu propia comodidad, y aquello que te haga sentir más a gusto.
Que el trabajo se vaya a la cocina
Es realmente una muy mala idea llevar la tarea a la habitación. Ya sea que estés estudiando para un examen, o tengas que preparar esa exposición para el trabajo, cada cosa en su lugar.
Llevar el trabajo a la cama te impedirá relajarte a la hora de dormir. Cuando te vas a acostar, debes desconectarte realmente de todo aquello que te pone nervioso en el día, y concentrarte en descansar.
Para trabajar, ya están la cocina o el living.
Haz que tu habitación huela a algo que te gusta
Esa fragancia que tanto te gusta y relaja, es la que debería olerse en tu habitación. Hay algunas especialmente relajantes, como la lavanda o la vainilla.
Sin embargo, no importa cuál sea. Lo importante es que te haga sentir en paz.