Quién no se ha detenido alguna vez a observar un ave que sobrevolaba el cielo. Tan altivas, bellas e imponentes, las aves migratorias son aquellas que viajan estacionalmente y de manera regular de acuerdo a la disposición de alimentos, el hábitat o el clima, o bien para reproducirse o hibernar. Muchas de ellas son reconocidas fácilmente, ya que viajan junto a otras, brindando un espectáculo natural en el cielo.
Pero, según han comprobado los especialistas, las especies migratorias que se crían en Europa y pasan en el invierno en el África subsahariana han disminuido a un nivel alarmante; y algo similar sucede con las aves migratorias de larga distancia de Norteamérica.
De hecho, según SEO/BirdLife, alrededor de 25 millones de aves mueren ilegalmente cada año en la región Mediterránea. Pero, ¿por qué pasa esto?
En el caso especial de las golondrinas, llegan cada vez más temprano a la primavera de la península Ibérica, a los territorios de España, Portugal, Andorra, Francia y algunas islas del Reino Unido. Este año adelantaron su viaje aproximadamente un mes antes que a medidos del siglo pasado.
¿Por qué sucede esto?
Una de las mayores causas es el cambio climático. Las modificaciones en las temperaturas medias del mundo y el ciclo de precipitaciones incide en el comportamiento de miles de especies de aves migratorias en todo el mundo. Los veranos son cada vez más cálidos y las primaveras, se adelantan. Del mismo modo, con las sequías, las superficies desérticas que algunas especies deben sobrevolar se vuelven más extensas cada año.Todo esto modifica las rutas y los ritmos con que las aves migratorias se desplazan.
¿Qué otros factores inciden en que cada vez haya menos aves migratorias?
Además del cambio climático, debido al uso de agroquímicos tóxicos en los cultivos, muchos de los insectos y semillas de los que se alimentan las aves mueren o se contaminan. Esto produce escasez de alimento durante la época que más se necesita (cría) y una sobrepoblación de insectos cuando no quedan aves.
Otro de los factores que incide en estos cambios es la destrucción de sus hábitats (en gran parte debido a la extensión de las zonas de cultivos), lo cual también reduce su espacio para anidar y descansar. Las ciudades, a su vez, pueden actuar de barreras en las rutas de las aves, y cambiar su recorrido.
Por último, la caza o captura ilegal sigue siendo una de las mayores amenazas. Se calcula que por año entre 11 y 36 millones de aves son cazadas o capturadas ilegalmente en la región mediterránea y que, en ciertos casos, la caza ilegal llega a matar anualmente a un 3% de la población, lo cual podría poner en riesgo la conservación de la especie.
Todos los años, el 10 de mayo se celebra el Día Internacional de las Aves Migratorias, una ocasión especial para hacer visible la amenaza que implica su captura, matanza y comercio ilegal, así como la pérdida de los hábitats y el el cambio climático, sobre ellas.
Es necesario tomar conciencia de que conservar las aves migratorias es un problema global y requiere acción, ya que su supervivencia no solo las amenaza a ellas sino también a todos los ecosistemas y las comunidades del mundo.
La organización SEO/BirdLife te invita a los aficionados a participar activamente en recoger datos con ayuda de la aplicación para dispositivos móviles disponible en la web: www.avesyclima.org