¿A qué le tienes miedo? Tal vez a una persona, a un evento del pasado o a que una catástrofe ocurra en el futuro. O puede ser a un animal, a la oscuridad, a ese sonido que proviene del otro lado de tu casa. El miedo es una fuerza que nos hace paralizarnos, pero necesitamos cambiar esa reacción ante lo que nos aterra.
Esta antigua fábula india te ayudará en el proceso. Léela y tómate unos minutos para reflexionar sobre ella. Su mensaje cambiará tu forma de pararte frente a la vida.
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El ratón que tenía miedo
Hace mucho tiempo había un ratón que estaba siempre angustiado porque tenía miedo del gato. Un mago se compadeció de él y lo convirtió en un gato.
Entonces, empezó a sentir miedo del perro. De modo que el mago, lo convirtió en perro. Luego empezó a sentir miedo de la pantera, y el mago lo convirtió en pantera.
Ya como una pantera comenzó a temer al cazador. Llegado a este punto, el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole:
"Nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda, porque siempre tendrás el corazón de un ratón."
Tal vez el miedo siempre exista, pero somos nosotros los que decidimos si dejamos que nos paralice o si lo enfrentamos. Lo mismo podemos pensar ante la adversidad, la tristeza y otras emociones y situaciones que son capaces de quebrarnos. No importa en qué momento de nuestra vida nos encontremos, si no decidimos actuar frente a ellos y convertirnos en la pantera o el cazador tanto por dentro como por fuera, siempre seremos el ratón acorralado y asustado.
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La importancia de nuestra fortaleza
Nadie puede cambiar sin proponérselo, y aunque el exterior puede deslumbrar, es nuestra fortaleza interior la que necesita crecer, desarrollarse y siempre estar en constante movimiento para aceptar los cambios del exterior. Aunado a eso, debemos aceptarnos como lo que somos, seres imperfectos que deben mantenerse conscientes de sí mismos, pues no siempre permanecemos como una pantera, podemos retroceder y recordar que en el fondo, todos comenzamos como los pequeños ratones.
Recuerda que todas las personas que admiras, las que consideras exitosas y las que parecen incluso perfectas, tienen momentos en los que sienten tanto miedo como tú. Recuerda también, que el miedo puede motivarte o frenarte, y que un día, aunque tú también te sientas aterrado, puedas decir que realmente dejaste de ser el ratón para ser lo que tú quieras.