"¿Cómo puede ser que tantas familias vivan en terribles condiciones sanitarias? ¡Eso no es digno para nadie! ¿Y cómo puede ser que los gobiernos no encuentren una solución urgente para esto?"

Éstas fueron algunas de las preguntas y reflexiones que impulsaron el surgimiento de "Módulo Sanitario", un proyecto que nació en Argentina en el 2015, dentro de la Fundación Horizonte de Máxima, que a partir de la inquietud de muchos jóvenes que terminando su carrera querían comenzar a hacer algo para cambiar la realidad, se consolidó como marco para albergar proyectos con un fin común: brindar oportunidades para que muchas personas que no las tienen, puedan vivir mejor

¿Qué es "Módulo Sanitario"?

Como proyecto, "Módulo Sanitario" implica la construcción de un módulo de cocina y baño en barrios vulnerados de Argentina. Algo que es tan básico como inexistente.

La estructura del módulo está hecha de paneles de madera con aislante, y techo de chapa. Cada uno cuenta, en su interior, con agua fría y caliente, instalación eléctrica, termotanque, receptáculo de ducha, inodoro, pileta de cocina y lavatorio.

"Conociendo el trabajo que hace Techo Argentina y que la vivienda de emergencia que construyen no cuenta con espacio para el baño y cocina, empezamos a pensar en construir un módulo a medida para que se anexe a la misma. De esta forma empezamos a diseñar distintos modelos y planificar la primera construcción", señala Federico Guevara, coordinador general de Módulo Sanitario. 

Hoy, el proyecto cuenta con 30 voluntarios organizados en diferentes áreas, coordinadores y otros voluntarios más para las construcciones, que ya han instalado módulos en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos (Argentina), y planean seguir extendiéndolo. 

¿Cuál es la situación sanitaria en los barrios en los que trabajan?

Federico Guevara señala que: "Muchas familias viven en asentamientos informales sin baño ni cocina. En su mayoría no cuentan con ningún tipo de servicios, ni pavimento, luminaria pública, cloacas, ni red de agua. Son barrios a los que es muy difícil acceder los días lluviosos y en gran parte se inundan.

Esto implica, entre muchas otras cosas, que muchos chicos no puedan ir varios días seguidos a la escuela, que en algunos casos les entre agua a las casas y pierdan sus bienes para tener que volver a empezar, que los canales que funcionan como desagües a cielo abierto desborden y todas las bacterias acumuladas estén por todas partes, que no puedan entrar al barrio vehículos de emergencia como la ambulancia o los bomberos, etc. No acceder a los servicios básicos trae como consecuencia en el día a día un sinfín de complicaciones y problemas graves que van mucho más allá de no tener una canilla por la que circule agua".

Y agrega: "Así viven en la Argentina 1 de cada 10 personas que reside en los grandes conglomerados urbanos. Al menos 2.993.151 habitantes viven en asentamientos informales, en el territorio donde reside el 67% de la población del país".

Un trabajo donde todos ganan

Uno de los aspectos más interesantes del proyecto es que, en las construcciones (que duran un fin de semana) trabajan voluntarios, y las familias beneficiarias.

"Este trabajo en equipo se convierte en un encuentro muy particular y enriquecedor donde se intercambian charlas, experiencias y realidades que son muy cercanas y solemos tomar como muy distantes", explica Federico.

Y cuando las tareas terminan, el resultado realmente mejora las condiciones de vida de las familias; algo que parece tan simple como tener un baño y una cocina, les permite también mejorar sus condiciones de salud: darse una ducha caliente cuando hace frío, usar un inodoro limpio y alejado de la humedad, tener agua y una pileta limpia para lavar los alimentos, etc.

"Las respuestas hasta ahora son muy positivas y la gente está muy contenta con el uso del módulo. Nos cuentan que se duchan más seguido, que se lavan los dientes y lavan los platos con agua caliente. Más allá de estas visitas, estamos trabajando en desarrollar una herramienta de medición de impacto y de un seguimiento más integral sobre la salud e higiene personal", señala Federico, quien cuenta que además de las construcciones, trabajan con las familias para mejorar las condiciones de sanidad e higiene, y así prevenir enfermedades.

Por eso, en cada construcción brindan también talleres de higiene donde repasan hábitos como lavarse las manos, los dientes, o los vegetales y frutas, etc; y les entregan un kit de higiene.

Desde la Fundación aseguran que el objetivo para el 2017 es poder construir 200 módulos más para que 200 familias mejoren sus condiciones de sanidad básicas; además de articular cada vez más con otras organizaciones y el Estado. En el 2018 planean llevar los módulos a otros países, donde también los necesitan.

"Sabemos que hay mucho por hacer y que viendo en perspectiva nuestro impacto podría parecer insignificante. Pero conocemos las familias con las que trabajamos, cómo cambiaron sus condiciones, y creemos fervientemente que participar y comprometerse en proyectos de estas características contagia. Y solo contagiándonos unos a otros vamos a poder hacer que, lo que hoy parece un impacto insignificante, pueda llegar a ser un impacto sustancial, ya sea desde Módulo Sanitario o desde cualquier otro proyecto", señala Federico. 

¿Cómo ayudar?

Para financiar el proyecto cuentan con donantes particulares, empresariales y el aporte de voluntarios y familias. También, realizan un evento cada dos meses y un cóctel anual para recaudar fondos.

Tú puedes también sumar tu ayuda: